Fútbol Americano
Jordi Blanco | ESPN Digital 6y

Roberto Martínez: El otro héroe del Mundial

BARCELONA --  España busca entrenador a la desesperada, con Michel y Luis Enrique destacados entre los candidatos a un puesto que acaba de abandonar Fernando Hierro tras solamente tres semanas en el cargo, y Bélgica se apresta a jugar su primera semifinal de un Mundial desde 1986 con un español en su banquillo. Roberto Martínez, adoptado futbolísticamente en Gran Bretaña, es casi un desconocido en su país… Pero siendo una personalidad en Inglaterra ya es, también, un héroe en tierras belgas.

El inglés George Raynor al mando de Suecia en 1958 y el austriaco Hernst Happel con Holanda en 1978 son hasta hoy los únicos entrenadores que dirigieron en una final a una selección de otro país distinto al suyo. Ambos perdieron y a la Bélgica de Roberto Martínez solamente le queda el reto, enorme, de vencer a Francia para ser el tercero de una lista legendaria.

La suya comenzó siendo una historia curiosa, la de un joven de 21 años que con apenas un partido en la Primera División española con el Zaragoza aceptó tras verse sin un futuro claro emigrar a Inglaterra junto a dos amigos, Isidro Díaz y Jesús Seba, para fichar por el Wigan Athletic, que en aquel entonces (1995) jugaba en la cuarta categoría del fútbol local.

Ocho años después, y tras dos breves estancias en Motherwell y Walsall, se enroló en el Swansea, donde permaneció tres temporadas antes de acabar su carrera futbolística propiamente dicha en el Chester… Para volver al Swansea como jugador-entrenador en febrero de 2007 y comenzar una carrera en los banquillos que ha acabado catapultándole a lo más alto.

CRUYFFISMO

El entrenador Roberto, Bob, Martínez es un tipo de ideas claras y filosofía continental. Se hizo futbolista y entrenador en Inglaterra… Pero siempre mantuvo una personalidad marcada en el recuerdo del Johan Cruyff que descubrió en el Barcelona.

Nunca lo ha ocultado… Y nunca ha hecho de ello una carta de presentación que se sospecharía ventajista, por más que no es un secreto su gran amistad con Jordi Cruyffy es evidente esa escuela a través de sus planteamientos ofensivos.

Tomó a los Swans en Tercera y decidido a imponer un sello futbolístico que no defraudó a nadie en Gales logró ascenderlo al cabo de un año con una plantilla con hasta seis futbolistas españoles en el vestuario.

“Es muy claro en sus conceptos y sabe cómo ganarte para la causa”, descubre Andrea Orlandi, futbolista esta última temporada del Novara italiano y a quien Martínez reclutó en el verano de 2007, convenciéndole cuando tenía su fichaje apalabrado con el Aris de Grecia, para sumarse a un proyecto en teoría mucho más modesto “pero firme. Me llamó, me explicó sus planes y no me lo pensé” rememora ahora el catalán, quien mantiene en la memoria aquellos años como “extraordinarios”.

“Es valiente en sus planteamientos pero para nada suicida. Le gusta el balón, impone la posesión, el juego por bandas, la presión a la defensa contraria… Se nota la influencia del Barcelona en su trabajo”, explica Orlandi, quien aún mantiene frescas “sus charlas en el vestuario. Te convencía con la palabra y estudiaba a fondo a cualquier rival… En el campo descubrías esa preparación”.

Dos temporadas después y ya con un excelente currículum en la segunda categoría inglesa a Bob Martínez le llamaron el Celtic y el Wigan, donde seguía siendo un personaje indiscutible… Fiel a sí mismo y a pesar de la grandeza del gigante escocés el entrenador catalán resolvió probarse en la Premier League al mando del pequeño club del norte de Inglaterra.

Allí despegó ya de manera imparable como entrenador. Era el tercer español dirigiendo en la Premier tras Rafa Benítez en el Liverpool y Juande Ramos en el Tottenham y por más que la categoría de los Latics era mucho menor, su personalidad futbolística impuso un sello que le catapultó.

El Wigan conquistó en mayo de 2013 la FA Cup ganando contra todo pronóstico la final al Manchester City… Una semana antes de consumar su descenso, que vino precedido de su fichaje por el Everton para ocupar el puesto de David Moyes. En Goodison Park permaneció las siguientes tres temporadas, imponiendo una filosofía nunca vista en el club y que pasó del elogio al cansancio en su último curso, siendo despedido en mayo de 2016.

¿Bélgica? Su llegada al banquillo de los Diablos Rojos fue una auténtica sorpresa para todo el mundo. Eliminada la selección por Gales en los cuartos de final de la Eurocopa de Francia, Marc Wilmots dejó el banquillo entre reproches y a él le correspondió el enorme reto de recuperar a un equipo con muchos nombres pero poco ánimo…

Y hasta hoy. Perdió en su debut (0-2) frente a la España en que también se estrenaba Julen Lopetegui y a partir de ahí los números muestran 19 victorias y 5 empates que llevaron a Bélgica sin oposición al Mundial y que ya en Rusia le convirtieron en la selección con mejor fútbol.

Pleno de puntos en la fase de grupos, remontada heroica en octavos frente a Japón y victoria soberbia y sufrida ante Brasil han conducido a los belgas hasta su primera semifinal mundialista después de 32 años. Solo falta el último paso para ser el tercer entrenador en toda la historia que alcanza una final mundialista dirigiendo a un país que no es el suyo…

Gane o no Bélgica el Mundial, llegue o no a la final, para la historia quedará un papel futbolístico innegable y un capítulo eterno: aquel partido frente a Inglaterra en el que una derrota le habría desplazado a un, teórico, cuadro más asequible.

Roberto Martínez no especuló y los Diablos Rojos conquistaron una victoria que el fútbol le acabó agradeciendo después.

¿Seguirá haciéndolo?

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