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Jorge Sampaoli ya es historia. Y por estos días el debate pasa por quién debería ser el sucesor del hombre de Casilda. Hay nombres para todos los gustos: Simeone, Pochettino, Gareca, Gallardo, Almirón y hasta el mismísimo Guardiola forman parte de la lista. Pero hay un problema mayor, que supera al nombramiento del nuevo DT. Y tiene que ver con el plantel. ¿Qué pasará con los jugadores que acaban de finalizar su participación en Rusia? Porque si la idea es volver a darle protagonismo a los históricos, a consultar a Messi ante cada decisión para que esté “cómodo”, a mantener las cosas más o menos como están, “total Messi nos va a salvar”, se volverán a repetir los errores de siempre. A esta Selección le hace falta una renovación profunda. La mayor parte de sus futbolistas cumplieron un ciclo. ¿Cuándo? Cuando terminó el Mundial de 2014. Con buenos ojos podríamos decir que fue válido que la mayoría de esos jugadores estuviera en la Copa América de 2015, en Chile, para tomarse una revancha, menor por cierto, buscando al menos como premio consuelo ese título continental. Lo demás ya estuvo de regalo. Gracias a entrenadores timoratos y sin personalidad se llegó a Rusia como se llegó: sin alma, sin sed de triunfos. Con un ciclo cumplido y un entrenador que no tuvo autoridad para imponerse ante los históricos de siempre. Y que terminó cediendo el mando. Estamos ahora ante una gran oportunidad. El paso del tiempo hizo lo que ningún DT se animó a hacer. Ya Mascherano y Biglia renunciaron al equipo nacional. Es hora de que Romero, Banega, Di María, Agüero, Higuaín, les dejen paso a los que vienen. ¿Messi? Llegará a Qatar con 35 años. Ya renunció a la Selección tras la derrota en la Copa América Centenario de 2016, cansado de algunas críticas, frustrado por que en la Selección nunca pudo explotar como en el Barcelona. El desgaste luego de tantos años es lógico. En el caso de la Pulga, será una decisión personal: si quiere seguir sin sus compinches, y si está dispuesto a formar parte de un nuevo ciclo, con un técnico que lo tome como uno más dentro del plantel y no como un salvador, tal vez pueda en estos años aportar algo diferente a lo que dio en los últimos tiempos. Por eso, lo que importa hoy es que llegue un técnico con personalidad y coraje y dispuesto a empezar todo de cero. Con caras nuevas. Y sin presiones. Claro, no será una búsqueda fácil.
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