Fútbol Americano
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Jonathan González se enorgullece de haber elegido a México sobre EE.UU.

HOUSTON-- Previo a las fechas internacionales de septiembre de 2017, el mediocampista del Monterrey, Jonathan González, esperaba una llamada telefónica por parte de Bruce Arena, seleccionador nacional de Estados Unidos, tras un sobresaliente inicio del torneo Apertura 2017 con Rayados en la Liga MX. Como recordará cualquiera que haya seguido esta historia incluso de forma casual, no se produjo la convocatoria al equipo de Arena, como tampoco se produjo nada antes de las citas de octubre o noviembre, tras la eliminación de Estados Unidos del Mundial de Rusia.

Adelantamos la película un poco más de 12 meses y ahora González, de 19 años, viste el verde de la selección de México en un cambio que causó repercusiones considerables en ambos países. Ahora, González, quien posee doble nacionalidad, toma su puesto como parte integral de una emocionante generación joven de jugadores de el Tri convocados por el técnico interino Ricardo “Tuca” Ferretti para enfrentarse a Uruguay (el viernes 7 de septiembre en Houston) y a Estados Unidos (martes 11 de septiembre en Nashville).

El joven no se arrepiente de la decisión tomada.

“No era fácil ser joven y verse obligado a elegir entre dos países, pero siento que tomé la decisión correcta”, indicó González con una entrevista vía telefónica concedida a ESPN FC. “Y ahora no puedo mirar atrás. Por ello, debo seguir trabajando y darle todo mi esfuerzo a este país”.

El nativo de Santa Rosa, California, se mudó a Monterrey a los 14 años tras brillar en el programa de scouting "Allstate Sueño Alianza" y no ha conversado con ningún representante de U.S. Soccer desde que, según expresa el jugador, “todos partimos por caminos separados”. El partido del próximo martes en Nashville será su primera experiencia enfrentándose a su país natal.

“Será algo diferente para mí, pero debo aportar todo mi esfuerzo por México”, dice González. “¿Qué más puedo decir?”.

González ha estado del otro lado de este enfrentamiento a nivel sub-20 pero quedó en la banca mientras Estados Unidos venció a México 1-0 en el campeonato de esa categoría de la CONCACAF en febrero de 2017. González jugó por espacio de 22 minutos contra St. Kitts y Nevis en un total de seis partidos en ese torneo, mientras que el volante central de los New York Red Bulls Tyler Adams fue titular en tres de dichos compromisos. Adams y Tyler podrían enfrentarse en el mediocampo este 11 de septiembre en lo que promete ser un duelo fascinante, pero la mente de González desde hace tiempo dejó atrás la ausencia del Mundial sub-20 2017 con Estados Unidos, al igual que no estar presente en la Copa del Mundo sub-17 de 2015.

Mientras la comunidad futbolística de Estados Unidos podría seguir tratando de procesar cómo y por qué se le permitió a México llevarse consigo a un jugador que tenía su mente puesta en convertirse en internacional con Estados Unidos, el mediocampista nacido en California se ha convertido en un grupo de jugadores (incluyendo a Diego Lainez, Roberto Alvarado y Edson Álvarez) que representa el futuro de México.

Es cierto que González no formó parte de la convocatoria mundialista de México el pasado verano, a pesar de las sugerencias que su cambio estaba ligado a una supuesta promesa de su presencia en Rusia 2018. Sin embargo, sí estuvo presente en el Torneo de Esperanzas de Toulon, formando parte de la nueva generación, demostrando el por qué no será subestimado en México durante el futuro cercano.

Vale la pena retroceder un poco

González hizo su debut en Liga MX con el Monterrey el 21 de julio de 2017. Menos de cinco meses después, jugaba como atípico (siendo el jugador más joven por amplia diferencia) en una final histórica de la Liga MX contra sus archirrivales de la misma ciudad, los Tigres, antes de que hiciera su cambio de selecciones nacionales, haciendo su debut con el Tri el 1 de febrero intentando, sin éxito, de conseguir un puesto en la convocatoria mundialista con los aztecas. Durante este periodo, González se alzó con el galardón al novato del año en la Liga MX.

En el Apertura 2018, el mantener su puesto en el once titular, aún a pesar del cambio de técnicos en Monterrey, de Antonio Mohamed a Diego Alonso, ha sido uno de sus mayores logros. Ser titular en una de las escuadras más costosas del continente, dentro del estilo de Alonso, más dependiente de la posesión del balón, no ha impedido la adaptación de González, a pesar de su edad.

“A Alonso le gusta jugar un poco más desde la retaguardia”, afirma González. “No gusta jugar tanto de forma directa, pero creo que nos ayuda mucho a los volantes centrales a conseguir un poco más de toques del balón y así ayudar a armar al equipo”.

Cuando se le pide reflexionar sobre su ascenso meteórico, le cuesta conseguir a González las palabras apropiadas.

“Ha sido otra cosa totalmente distinta”, afirma González. “Ser convocado a la selección de mayores y luego, todo lo que ha pasado con el Monterrey, ha sido algo asombroso para mí”.

Es difícil hacer que González sea muy profundo con sus palabras, siendo el caso que el joven ha mantenido bajo perfil mediático en el último año. Aunque si hurgamos un poco más, veremos un jovencito que quizás no se sienta sumamente cómodo ante tanto protagonismo. Parece haber asimilado su nueva fama al refugiarse en sí mismo y especialmente, en su juego.

Un repaso por lo publicado en sus redes sociales nos revela mucho: una fuerte dosis de citas inspiracionales, religión y mensajes que quizás están más dirigidos a sí mismo que al resto de quienes le siguen.

“Dios, si alguna vez pierdo la esperanza, ayúdame a recordar que tus planes son mejores que los míos”, es su tuit fijo. Muy distinto a la cultura de “pavorreales” mostrada por muchos de sus pares, que parecen decir “mírenme” constantemente.

“Mi familia tiene mucho que ver con ello”, dice González. “Siempre intentan recordarme de dónde provengo y estar consciente de que debo seguir siendo la misma persona. Nada ha cambiado. Hay que ser humilde. Esa es una de las cosas más importantes que caracteriza a una persona, a mi criterio”.

Eso también se ha demostrado en el estilo de juego de González. En él, no hay petulancia ni tampoco gusta de responder a los árbitros. Sin embargo, hay un motor agresivo (de forma positiva) e incesante que busca desequilibrar el juego de sus rivales y distribuir correctamente cuando tiene posesión del balón.

González también ha ganado contextura física a fin de hacerse más resistente a sus rivales que gustan del choque.

“Creo que es una parte importante del juego. Hay que mejorar en cada aspecto, por ello creo que me va a ayudar en el futuro”, indicó.

A sus 19 años, González ha tenido que lidiar con mayor cantidad de incidencias que muchos jugadores en sus carreras completas. Cuando ingrese a la cancha vistiendo la camiseta verde en los próximos días, los aplausos de los hinchas mexicanos tendrán un poco más de volumen, sabiendo bien que González no solamente representa el futuro de El Tri, sino también lo que se perdió su gran rival del país de las barras y estrellas.

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