Fútbol Americano
Jordi Blanco | ESPN Digital 6y

Luis Enrique se apunta al vértigo

LONDRES -- Luis Enrique se declaró “encantado” de debutar como seleccionador español en un estadio “mítico” como es Wembley y de hacerlo contra una selección, Inglaterra, que representará “un partido muy complicado”.

“Me encanta”, aseveró el entrenador asturiano en una primera rueda de prensa previa a un partido de la selección en la que mantuvo una postura más cordial de la recordada en Barcelona y se mostró, dentro de su frialdad con los medios, próximo y hasta amable.

La nueva España ya da muestras de haber roto con el pasado a través del discurso de su entrenador. Si a la cercanía de Del Bosque le sustituyó la seriedad de Lopetegui, al hoy entrenador del Real Madrid le ha sucedido en el banquillo una personalidad arrolladora, con un discurso firme y claro en lo futbolístico y más aún en trasladar la idea de que el vestuario es sagrado para los de fuera a la vez que está a su servicio. El manda. Sin ningún atisbo de duda.

Su pasión traslada en cierta manera al añorado Luis Aragonés y sus formas, se teme, pueden recordar al Javier Clemente que más problemas tuvo con los periodistas hace dos décadas, cuando España, precisamente en este escenario, fue eliminada por Inglaterra en los cuartos de final de la Eurocopa de 1996.

Mucho ha cambiado la España futbolística. Tanto que fue “referente” para todo el mundo y que ello haya provocado “que todos nos conozcan” y obliguen al equipo a “evolucionar para dejar de ser previsibles”.

Lo que sin embargo no va a cambiar Luis Enrique es su idea del juego que le llevó a los mayores éxitos en el Barça. “Jugaremos al ataque desde el principio”, anunció sin atisbo de duda y dejando claro, aun sin decirlo, que su España, en este sentido, tendrá cierta similitud con el equipo azulgrana que dirigió durante tres temporadas. “Vamos a tener el balón, a presionar alto al rival y a ser los protagonistas” resumió, admitiendo, claro, que “este es nuestro planteamiento y ya veremos si nos sale… Pero la idea es ser agresivos en nuestra idea”.

Feliz de dirigir a una plantilla que, reconoció, “me ha sorprendido”, el seleccionador sorprendió al proclamar que “no recuerdo en toda mi carrera de entrenador una semana en la que haya visto mejor actitud en los jugadores”. Una frase que, quizá, pueda ser interpretada de manera especial en el vestuario del Camp Nou.

Luis Enrique, mando en plaza, ya manda sin titubeos en la selección. “El comportamiento de los jugadores ha sido intachable” repitió, resolviendo que el famoso código de conducta novedoso que se ha puesto en funcionamiento desde su llegada “lo hago en función de lo que necesita el equipo para desarrollar esas normas de conducta… Pero lo de los móviles, por ejemplo, lo entendieron incluso mejor que yo”.

Poco dado a las bromas, muy poco, quiso tener un momento para la sonrisa al argumentar en los “espías” que tendría Southgate en la sala de prensa para “no darle pistas” y menos amigo de personalizar en sus hombres, rompió la norma para lanzar un elogio absoluto a Sergio Ramos, en una señal, inequívoca, de la confianza que tiene, total, en el capitán y central del Real Madrid. Al menos de momento.

“Sergio es el jugador con más internacionalidades y por eso es el capitán… Pero es que, sabiendo ya que tenía una gran personalidad, me lo ha mostrado. Es un líder dentro y fuera del campo y estoy encantado con él,” le dedicó el seleccionador, quien solventó su confianza en que “siga muchos años con nosotros”.

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