El cuadro ibérico cerró el año internacional con victoria por 1-0 sobre Bosnia en un amistoso que el entrenador Luis Enrique aprovechó para hacer pruebas a futuro y dar un paso más en la regeneración del equipo nacional.
El resultado: un equipo sin mucho brillo y que sigue batallando de más para encontrar la puerta, pero que vio múltiples estrenos a la altura del combinado nacional, uno de ellos con gol, y el debut como 'capitán' de Isco.
El malagueño portó el gafete ante la ausencia en la cancha de Sergio Ramos, quien abandonó la concentración por lesión, y el 'descanso' de Sergio Busquets y Jordi Alba.
Isco, con solo 35 partidos como internacional, era el más veterano del equipo que Luis Enrique mandó a la cancha de Gran Canaria para hacer frente al conjunto balcánico, con hasta nueve cambios con respecto al que cayó el jueves ante Croacia por 3-2 prácticamente firmando su sentencia y que había empezado a asentarse como cuadro 'base'.
De los once hombres que iniciaron el encuentro, solo tres habían figurado como titulares en al menos uno de los cuatro partidos oficiales en su incipiente gestión, Jonny, Dani Ceballos e Isco. De estos, solo los dos merengues, se perfilan como jugadores base en su esquema.
El resto del equipo estuvo conformado por suplentes habituales y un debutante Mario Hermoso quien fue probablemente el que mejor imagen dejó.
Kepa ocupó la portería durante 75 minutos antes de que el arquero Paul López se convirtiera en el tercer debutante de la noche (segundo del Espanyol). Minutos antes, Brais Méndez, el goleador de la noche, se había estrenado como internacional tras sustituir a Suso.
En defensa, Luis Enrique utilizó a una línea inédita, con Diego Llorente y Mario Hermoso como pareja de centrales, arropados en las bandas por Gayà y Jonny, quien tuvo que salir por un golpe en la rodilla dejando su lugar a Azpilicueta.
Aunque obligado por una lesión, prescindió del capitán Sergio Ramos en la central por primera ocasión después de cinco partidos al frente del cuadro nacional.
La zaga no decepcionó. De hecho, mostró mejoría con respecto al trabajo de los últimos dos meses y por primera ocasión desde la goleada por 6-0 sobre Croacia en septiembre pasado, España logró dejar la puerta a cero.
Mucho influyó el trabajo del jugador del Atlético de Madrid Rodrigo Hernández, que hizo las veces de Busquets en la contención, mientras Dani Ceballos y Marco Asensio se encargaron de la creación.
El problema de España vino en ataque, donde la falta de u '9' de garantías es cada vez más evidente. Luis Enrique buscaba una solución a sus problemas de efectividad en el tridente formado por Suso, Morata y el nuevo capitán, pero no supieron encontrar el camino hasta la puerta bosnia pese a las facilidades que le brindó el equipo de Robert Prosinecki.
El atacante del Chelsea estuvo especialmente errático, fallando varias oportunidades a gol, incluida una prácticamente desde la línea de gol y a puerta vacía.
La buena noticia para Luis Enrique es que encontró en los hombres de recambio - Fornals o el jugador del Celta de 21 años Brais Méndez - soluciones a mediano plazo para empezar a pensar en la clasificación a la Eurocopa de 2020 y olvidarse de un oscuro 2018.
