MENDOZA (Enviada especial) -- Paulo Dybala vuelve a Mendoza, una provincia que no le trae buenos recuerdos con la Selección Argentina. Y es porque allí fue donde el joven cordobés debutó como titular con la camiseta argentina y de donde se volvió con un sabor amargo.
Fue el 1° de septiembre de 2016 ante Uruguay, en las Eliminatorias para llegar a Rusia 2018, donde la Joya había tenido su chance de conformar el once inicial de la Selección. Era el primer partido de Edgardo Bauza como director técnico, tras la renuncia de Gerardo Tata Martino.
Su debut con la camiseta argentina fue el miércoles 13 de octubre de 2015, ingresando en reemplazo de Carlos Tevez ante Paraguay, pero el cordobés nunca había logrado estar en el equipo inicial hasta aquella noche en Mendoza.
La Joya vio frustrada esa oportunidad de demostrar que estaba para meterse en la consideración del flamante DT argentino porque a los 46 minutos del primer tiempo se fue expulsado por doble amarilla y dejó a Argentina con diez hombres, en un partido clave de cara al Mundial de Rusia.
Cuando el árbitro sacó la tarjeta roja, el primero en reaccionar en defensa del cordobés fue Lionel Messi, quién seguramente rememoró su propio debut frustrado.
La Pulga tuvo su primer juego con la Selección mayor ante Hungría, al igual que Diego Maradona, en un amistoso que encontraba al propio Lionel Scaloni en cancha bajo las órdenes de José Pekerman. A tan solo 43 segundos del ingreso de Leo, lo tomaron de la camiseta y, por reaccionar con un manotazo, vio la tarjeta roja.
El delantero de Barcelona, que debió comprender aquella frustración que sintió Dybala, discutió con el árbitro intentando detener la sanción, pero no pudo evitar la salida del cordobés, que se fue llorando del campo de juego sabiendo que no podría jugar ante Venezuela el próximo duelo de Eliminatorias.
Este martes, La Joya estará en el banco de suplentes ante México, esperando ingresar para cortar con la mala racha de no haber podido convertir con la camiseta argentina, en los diez partidos que le tocó jugar. De ser así, Dybala podría abrir su estadística goleadora con la Selección y opacar aquel mal trago que le dio el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza.