Fútbol Americano
Paola Núñez | ESPN Digital 5y

Tras derrota, Solari advierte que habrá consecuencias

La derrota del Real Madrid por 0-3 ante el CSKA de Moscú dejó un enorme enfado tanto en la grada del Santiago Bernabéu – que descargó su ira en Isco a base de rechiflas – como en el técnico, Santiago Solari, que directamente admitió que el juego de su equipo “no le gustó”. Y tendrá consecuencias.

Aunque el equipo merengue no se jugaba nada en el encuentro, al entrenador argentino le sentó fatal que su equipo no supiera reaccionar tras verse abajo en el marcador y que se dejara ir por inercia en la segunda mitad.

Sin embargo, ha justificado su decisión de hacer frente al cierre de la fase de grupos de Champions League con un equipo de perfil juvenil y sin gran experiencia, pues asegura que es la única manera de mantener a los titulares frescos para todas las competiciones.

“A mí la segunda parte no me gustó; de todas maneras yo debo asumir el equipo que planteo y el partido que planteo con muchos chicos jóvenes. Ha servido para eso; dar rodaje a jugadores que están empezando y otros que vienen de lesión. Hay que descansar jugadores para estar vivos en todas las competiciones”, señaló el entrenador en rueda de prensa tras el encuentro.

El técnico se mostró especialmente crítico con la falta de “contundencia” de su equipo. No solo ante la puerta rival, si no en la propia, pues los tres tantos rusos fueron, en gran parte, producto de errores defensivos inadmisibles en el vigente campeón continental.

“Cada partido es distinto, pero sin marcar sin ser contundentes, con falta de precisión en el último tercio... No hemos jugado bien, no hemos reaccionado bien porque se puede ir perdiendo y hacer cosas diferentes.

Tengo claro que (el torneo) no es un camino de rosas. No nos gusta para nada el resultado; nos hubiera gustado cerrar con un victoria, confiábamos en que así fuera”, lamentó Solari.

El argentino dijo sentirse “triste” por el resultado, y más por el desarrollo del partido “que pudo ser diferente”.

En cuanto a los pitidos a Isco, el entrenador prefirió mostrarse comprensivo con un público que “se exaspera porque no le gusta el resultado”. O en este caso, la baja forma y pobre juego del mediocampista. Con respecto a Marcelo – a quién terminó sacando de la cancha antes de que terminara el partido un día después de advertirle públicamente que lo necesitaba “fino” dijo, con incómoda seriedad que intentará “recuperar su mejor versión”. Habrá que ver si tiene tiempo para hacerlo en los seis días que quedan antes de hacer frente a la semifinal del Mundial de Clubes.

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