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Croacia superó por 4-2 a Países Bajos como visitante y se clasificó a la gran final de la UEFA Nations League, en la que intentará coronar con un título el exitoso camino de una generación legendaria. En los últimos años, el seleccionado croata se acostumbró a dar pelea en todos los campeonatos oficiales. No solo se destacó como un rival de cuidado para cualquiera, sino también supo competir en instancias de definición de diversos torneos. El principal motivo de esto fue el talento y el sentido de pertenencia de un grupo de jugadores que ya camina por los treinta. De los once titulares que salieron a la cancha este miércoles y ganaron en Rotterdam, cuatro también jugaron desde el inicio en la final de la Copa del Mundo de Rusia 2018. En cinco años pueden cambiar muchas cosas, pero no la columna vertebral de una de las mejores selecciones de los últimos años. Domagoj Vida, Ivan Perisic, Marcelo Brozovic y Luka Modric son los líderes de Croacia. Junto a ellos, Dominik Livakovic, Mateo Kovacic y Andrej Kramaric forman el grupo de experimentados de una generación que ya hizo los méritos para ser considerada la mejor de la historia de su país pero aún desea coronarse con un trofeo. Antes de Qatar 2022, se sentía un aroma a despedida. Aquellos ídolos que habían jugado el partido más importante de todos en 2018 iban a Medio Oriente a despedirse. Allí cumplieron otra campaña extraordinaria, en la que eliminaron a Brasil y se quedaron con el tercer puesto. Parecía una despedida acorde, pero la aspiración supera ese resultado. Un título es el gran sueño. Y en la Nations League se puede hacer realidad. Croacia está en otra final, la segunda de su historia, porque sabe muy bien como jugar instancias de definición. El carácter y la decisión le dan más brillo y utilidad al talento. Doblegar a los croatas en un mano a mano es una tarea titánica. Pocos seleccionados han sido tan regulares como el de Modric, el símbolo máximo nacional. Desde 1994, cuando volvió a conformarse el equipo tras la independencia del país, solo faltó a un Mundial y a una Euro. Disputó tres semis en el máximo campeonato del planeta y en cuatro oportunidades superó la fase de grupos del europeo. Más allá de que siempre ha sido un rival de peligro, desde la irrupción de este grupo de jugadores ha dado un salto de calidad. Compitió mano a mano contra todos y se hizo merecedor de una oportunidad más para ganar un título. No pudo contra Francia en 2018 y ahora volverá a la carga. Con una mezcla de experiencia y juventud que lo impulsa. A Vida, Modric y Perisic se han sumado jóvenes como Josip Sutalo, Josip Stanisic, Luka Ivanusec y Nikola Vlasic que potenciaron las posibilidades y le dieron aire a los veteranos, que a su vez les contagiaron la potencia mental y anímica. Con Modric a la cabeza, la mejor generación de la historia de Croacia irá en busca de un trofeo que le dará aún más brillo a su épica.
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