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El Lokomotiv Moscú se proclamó este martes campeón de la Copa de Rusia al derrotar con muchos apuros al modesto Ural (2-0) con dos goles en el último cuarto de hora de un encuentro disputado en el remodelado estadio de Fisht (Sochi). El equipo de la capital rusa no sólo se alzó con su séptimo título de copa, sino que con esta victoria tiene garantizada la participación en la Liga Europa la próxima temporada. Además, le hizo un inmejorable regalo de cumpleaños a su entrenador, el legendario Yuri Siomin, antiguo seleccionador ruso, que cumplirá 70 años en apenas unos días. El primer gol del partido provocó una invasión de varias decenas de aficionados del Lokomotiv después de que el veterano Ígor Denísov fuera a celebrar el tanto en el fondo donde se encontraban los seguidores de su equipo. Aentes de seguridad tuvieron que maniatar y sacar por la fuerza a algunos aficionados del terreno de juego, pero de todas formas varios cientos permanecieron en el campo tras la portería del Ural hasta el final del partido. El Ural, club fundado en 1930, no tenía ningún título en su palmarés, por lo que la prensa deportiva local había apostado por una victoria de los moscovitas, que tienen dos ligas rusas en su haber. El partido se disputó en el estadio Fisht con un aforo de más de 40.000 espectadores, que de sede de la apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno ha sido transformado en una espectacular catedral futbolística. Éste fue su primer partido oficial celebrado en el estadio situado a escasos cientos de metros del mar Negro, si descontamos el amistoso disputado en marzo entre Rusia y Bélgica. En la primera parte el extremo portugués Fernandes y el delantero brasileño Ari fueron los más activos para el equipo local, pero se mostraron muy imprecisos en el remate. Mientras, los futbolistas del Ural apenas inquietaron al portero del Lokomotiv, aunque el zambiano Lungu lo intentó en varias ocasiones. La segunda parte el Ural se encerró descaradamente y el Lokomotiv inició un asedio constante, pero el portero del equipo de los Urales, Zabolotni, se empezó en hacerle la vida imposible a Fernandes. El portugués lo intentó de libre directo al principio del segundo tiempo y a falta de un cuarto de hora tras una gran jugada personal por la banda, pero en ambas ocasiones el guardameta salvó a su equipo. Tuvo que ser Denísov el que rompiera la igualdad en el marcador con un disparo desde fuera del área que despistó al portero rival(min.76), aunque el equipo visitante lo intentó y, de hecho, tuvo su mejor ocasión justo después de encajar el gol. Ilin encaró al portero del Lokomotiv, Guillerme, pero su disparo tras ser despejado por el brasileño fue escupido por el poste. Seguidamente, el Lokomotiv mató el partido por medio de Miranchuk, una de las grandes esperanzas del fútbol ruso, que marcó con la zurda (min.90) desde dentro del área grande. Antes del pitido final, varios jugadores se enzarzaron y saltaron patadas y puñetazos, pero la intervención de los preparadores y técnicos de Lokomotiv y Ural abortó lo que amenazaba con convertirse en una batalla campal. Precisamente, el partido debía ser un ensayo para la Copa Confederaciones a ojos de la FIFA, ya que Sochi acogerá las semifinales del torneo en junio, pero las medidas de seguridad dejaron mucho que desear. De hecho, en la ceremonia de celebración del títulos los aficionados siguieron saltando al terreno de juego, desafiando la paciencia de los miembros de la seguridad, que tuvieron que dar caza a los espontáneo por todo el campo ante los olés de sus correligionarios. El veterano peruano Farfán, fichado recientemente por el Lokomotiv, fue suplente, pero tuvo la oportunidad de disputar varios minutos de la final. En el campeón de copa milita el veterano delantero Román Pavlyuchenko, semifinalista de la Eurocopa en 2008 y que llegó a militar en el Tottenham, pero que esta vez pasó desapercibido y fue sustituido al comienzo de la segunda parte.
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