|
En los próximos años probablemente recordemos los octavos de final de este Mundial como el momento en el que se pasó la posta del mejor jugador del mundo a la próxima superestrella del futbol. Tras una década de monopolio por parte de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, tras miles de debates sobre quien de los dos es el mejor, ambos se despidieron de Rusia sin pena ni gloria. La selección argentina de Messi, tanto como la portuguesa de Ronaldo, quedaron eliminadas. Pero la francesa de Kylian Mbappé está en la final. Mbappé ya era estrella a nivel de clubes, tras dos excelentes campañas con el Mónaco y el Paris Saint-Germain, pero recientemente empezó a brillar a nivel de selección. Hace apenas un año no tenía ningún gol con Les Bleus. Después de dos años en los que el técnico Didier Deschamps se obsesionaba sobre si la selección debe basarse en Antoine Griezmann o Paul Pogba, de repente surgió Mbappé como la figura clave. Sin la presencia de Messi y Ronaldo muy pronto en este Mundial, los corredores de apuestas ahora apuntan a Mbappé como el favorito para conseguir el Balón de Oro, como el mejor jugador del Mundial. Mbappé fue la gran figura en el triunfo de Francia por 4-3 sobre Argentina en los octavos, aunque su rendimiento no alcanzó ese nivel el viernes en la victoria 2-0 sobre Uruguay en los cuartos de final. En la antesala de la final, el jugador de 19 años deleitó con acciones de calidad propias de una estrella.  Su desempeño ante Argentina hizo recordar al del inglés Michael Owen, ante esa misma selección en 1998, aunque Mbappé además ha provocado comparaciones a otro delantero que forjó su leyenda en ese Mundial. "Comparte cualidades con el brasileño Ronaldo, pero además es distinto a él", comentó el compañero de selección de Mbappé, Raphael Varane. "Le gusta el dribleo, está aprendiendo, y estamos contentos de tenerlo en el equipo". Algunos rumores sugieren que Mbappé pronto también será compañero de club de Varane, y el Real Madrid tuvo que salir al paso de noticias que señalaban que el francés sería su próximo gran fichaje. Tampoco habría que extrañarse si sucede. Al Madrid le gusta agregar la superestrella de cada Mundial: lo hizo con Ronaldo en 2002, con el italiano Fabio Cannavaro en 2006, el alemán Mesut Ozil en 2010, y hace cuatro años con el colombiano James Rodríguez y el alemán Toni Kroos. El conjunto español está obsesionado con tener al mejor talento del mundo, que pronto sería Mbappé. La tentación con un jugador como Mbappé es soñar con su potencial máximo. Sin embargo, los casos de Owen y Ronaldo, que contaban con la misma velocidad explosiva, sirven de advertencia, ya que ambos tuvieron problemas con lesiones que los frenaron en varios momentos de sus carreras. Puede ser que Mbappé mejore con los años. Pero existe la posibilidad de que en Rusia brillaría como jamás lo hará, que esté en su estado ideal, ya que el peso de la selección en la actualidad está en los hombros de Griezmann y Pogba.
|
