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Raíces mexicanas pesan más que nacionalidad europea

Felicia Escobar con su club en Suecia. Ungdomsfotboll

MÉXICO -- El destino ha llevado a Silvana Flores y a Felicia Escobar a jugar por la Selección Mexicana aun cuando no nacieron en el país.

Las raíces y sangre les llama para representar a una nación de la que guardan apenas algunos recuerdos o incluso conocen poco.

El futbol les ha dado esa posibilidad e incluso, tienen la oportunidad de jugar un Mundial Sub-17.

Escobar Sarnbratt, de 17 años, es defensa del Goteborg FC de Suecia, país en el que nació y donde siempre ha vivido. Apenas en septiembre pasado, en un campo de entrenamiento, visitó por tercera vez en su vida México para entrenarse con las jóvenes de su edad que pelean por un puesto en la próxima justa.

Felicia disfruta de cada concentración del Tri. A pesar de conocer poco del país de su padre, siente una empatía importante. Su español es poco fluido y prefiere que se comuniquen con ella en inglés, pero en el campo habla un solo idioma junto a sus compañeras, gracias al futbol.

“Solo he estado aquí tres veces y esta es mi tercera vez, vine hace mucho tiempo cuando era niña y estuve seis meses, pero no recuerdo mucho eso. Las visitas más recientes han sido por el futbol y lo que más amo es la comida, el clima que es muy distinto a Suecia y la gente se preocupa por nosotras.

“Somos un gran equipo, amo a las niñas, son muy lindas, es mi primera vez aquí y me han recibido muy bien. Acerca de la preparación y cómo nos entrenamos, cada ejercicio es para hacernos mejores. Nos ha hecho bien, todo está bien”, destacó la zaguera en entrevista con ESPN Digital.

Su llegada al Tri se debió gracias a que su papá se enteró que había unas pruebas en el Centro de Alto Rendimiento el año pasado y le propuso que acudiera.

Lo hizo, dejó buenas sensaciones y se ganó una convocatoria más a unos meses del Mundial de la especialidad. Es un sueño pendiente que espera cumplir.

“Un Mundial es lo más grande y todos quieren estar ahí. Ahora entreno con personas que seguramente estarán allá y es increíble. Si tengo la oportunidad de ir será una experiencia que nunca olvidaré porque no todos tienen la oportunidad de jugar un Mundial. Es muy bueno que tengas mucha experiencia a esta edad a pesar de que sigues siendo joven”, compartió.

Sus condiciones han sorprendido gratamente al cuerpo técnico encabezado por Mónica Vergara, quien valora su adaptación a pesar de que no ha sido muy cercana al país ni a sus compañeras en el pasado.

“La tuvimos en las visorías que hicimos en el CAR y viene de Suecia, tiene características específicas muy importantes y está en un proceso de adaptación, va muy bien, las niñas la han arropado, entiendo bastante bien nuestro modelo de juego y las fases tanto defensivas como ofensivas. Las jugadoras nuevas que han llegado lo único que han hecho es aumentar la competencia interna y estará complicada esta lista. Defensivamente recorre muy bien, tiene muy buen juego aéreo, buen golpeo corto, medio y largo. Tiene buena comunicación, es una jugadora que se ha adaptado muy bien, mentalmente es sólida y es interesante”, analizó.

El caso de Felicia es parecido al que viven las hermanas Tatiana y Silvana Flores, ambas jugadoras del Arsenal de Inglaterra, quienes nacieron en Canadá y con Silvana también como seleccionada mexicana de la Sub-17.

La mayor de los Flores, incluso, es un caso especial, pues si bien es nacida en Canadá con padre mexicano, también ha entrenado con la selección de Islas Caimán.

La jugadora del Arsenal heredó el gusto por el futbol de su familia, particularmente de su papá, Rubén Flores, quien fue exjugador del Atlante y posteriormente entrenador de la selección mayor femenil de las Islas Caimán.

“Yo entrenaba con las niñas porque en la isla no había muchas que jugaran futbol, entrenaba con ellas y fue muy buena experiencia”, explica la ahora seleccionada nacional.

Previo a formar parte del Tri, Silvana también militó con el equipo nacional Sub-15 de Canadá, pero prefirió seguir su carrera con el cuadro mexicano.

“Creo que el estilo de México es mejor para mí”, añadió al respecto. Mientras Silvana ya está en el Tri Sub-17, su hermana menor, Tatiana, trasciende también con el Arsenal a la espera de que en un futuro defina si jugará por México, Canadá o incluso Inglaterra al tener la triple nacionalidad.

Son mexicanas que en el extranjero se ganan un lugar y que pelean por representar a un país en el que no nacieron, pero en el que tienen raíces.