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Eduardo Li, ex presidente de la Federación de Futbol de Costa Rica, aseguró este miércoles en charla exclusiva con Jorge Ramos y Su Banda que es un hombre que sabe dar la cara, por ello, habló sin tapujos de lo que ha sido su vida desde mayo de 2015, cuando fue enviado a prisión, acusado de recibir sobornos de empresas ligadas al deporte. "Me agarré de Dios y de los amigos, los verdaderos amigos, porque los demás se desaparecen". Li habló así de su encarcelamiento en Zúrich, de donde, más tarde, en diciembre de 2015, fue extraditado a Estados Unidos, donde también estuvo unos meses en prisión antes de lograr el beneficio de la libertad condicional. "Fue una situación muy confusa, fui el primero en salir (cuando las autoridades lo arrestaron) y pensé que era una broma, pero después de pasar una noche incomunicado, vi que la situación era complicada. "En Suiza me trataron bien, pero es muy difícil porque estás incomunicado. Después, en Brooklyn, estuve dos meses sin poder pagar la fianza de cinco millones de dólares, un dinero ilógico. Un primo puso unas propiedades en Alaska, en Costa Rica, la jurisprudencia lo aceptó y pude salir. Me trataron bien, pero es un ambiente muy difícil, tienes que adaptarte y sobrevivir". En la charla con Jorge Ramos y Su Banda, Li admitió que fue un error aceptar "regalías" de empresas ligadas con el deporte, aunque matizó que bajo la reglamentación de su país, no estaba incurriendo en delito alguno. Señaló que no supo administrar su éxito y recalcó que nunca actuó en contra de los intereses de la federación que encabezaba. "Nunca me dieron una regalía en detrimento de la federación, eso lo tiene claro la justicia de Estados Unidos. Me declaré culpable, dije 'hice esto' y se dio toda esta situación. Ya le pedí perdón a mi familia y ahora hay que levantarse", recalcó Li. La jueza Pamela Chen dictó sentencia de nueve meses y medio de cárcel, que el ex directivo ya cumplió en prisión preventiva, por lo que no regresará al encierro, una multa de 15,000 dólares y la incautación de 668,000 dólares. "El decomiso es de 668,000 dólares, yo lo devolví, hay una restitución para la FIFA, pero yo solicité que se lo dieran a la Federación", explicó el ex directivo. Li aclaró que no mantiene relación alguna con Rodolfo Villalobos, actual titular de la federación y quien fungió como tesorero de la misma durante su gestión al frente de la entidad. Aunque no puede ocupar un nuevo cargo dentro del futbol, después del escándalo en la FIFA, el ex directivo sí está en posibilidades de volver a Costa Rica. "Yo llegué a una federación quebrada, la dejé con números azules, con 16 millones de patrimonio y un flujo de caja importante", dijo. Li evitó tocar temas como el de los jugadores costarricenses en el Mundial de Brasil 2014 o quién fue el responsable de acusarlo ante las autoridades por su gestión al frente de la Federación de Futbol de Costa Rica; dijo que en el mundo del futbol cohabitan la "prepotencia y el ansia del poder desmedido", un escenario al que no le gustaría regresar. "Pido disculpas a mi pueblo porque no supe adminsitar mi éxito, pero no puedo cambiar las cosas, aprendí humildad, porque esto es como un jalón de orejas, y me quedo con eso, quiero estar tranquilo en mi tierra que es donde me siento bien".
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