El triunfo tuvo además un efecto balsámico para el conjunto de Calama, que llegó a este partido en plena crisis futbolística y directiva, a causa de su mediocre campaña en el campeonato local y de la incertidumbre sobre su futuro en la Libertadores, despejado después de la victoria.

El gol con que Patricio Galaz puso en ventaja a Cobreloa, en el minuto 37, fue un paréntesis positivo en un primer tiempo soporífero, que invitó a la modorra al escaso público instalado en las gradas.

Galaz coronó la primera jugada ofensiva clara del local, en la que Rodrigo Meléndez profundizó el balón al delantero y éste, con desparpajo, se acomodó y con un disparo rasante alojó el balón en el ángulo inferior izquierdo de Bobadilla.

Hasta el gol, el Cerro Porteño fue el típico equipo visitante en un partido de la Libertadores: una defensa poblada, timidez en la salida y lentitud exasperante para mover la pelota, con clara intención de dejar que transcurriera el tiempo sin que pasara nada.

Tras el gol, el "Ciclón" despertó y terminó de despabilarse cuando el local Fernando Cornejo se ganó la segunda amarilla y la roja en el minuto 41, aunque de ahí hasta el final del período Cobreloa pudo aumentar.

Galaz se perdió un gol cantado por tratar de hacer un "túnel" a Bobadilla y Abdala, desde 30 metros, estrelló el balón en un poste. En el otro lado, sólo hubo una ocasión clara: Ferreira, que se enredó cuando estaba en inmejorable posición.

Temprano en el segundo tiempo -más entretenido que el primero-, el árbitro colombiano John Jairo Toro equilibró la contienda al expulsar a Walter Fretes (m.49), con un rigor que dejó dudas y en ese contexto, no pasó mucho antes de que "los Zorros del desierto" estirasen la cuenta.

En el minuto 54, tras una jugada colectiva en que varios tocaron el balón, Mauricio Dinamarca quedó de frente al pórtico visitante; Bobadilla logró interceptar su primer disparo, pero sucumbió a la furibunda insistencia del volante.

Con una ventaja tranquilizadora, Cobreloa cedió espacios al rival y tejió contraataques peligrosos, mientras el equipo paraguayo no encontraba el camino, lo que hizo perder la calma a sus integrantes, que suplieron con rudeza la falta de recursos futbolísticos. Balbuena y Ramírez fueron amonestados y Cáceres dejó con nueve hombres a los visitantes (m.70), al ser expulsado por frenar a Galaz con un manotazo en el rostro, paradójicamente después de la mejor jugada ofensiva de su equipo, en la que el meta local Claudio Mele ganó un complicado "mano a mano" ante el recién ingresado Jorge Achucarro.

En los últimos 20 minutos, el juego se tranquilizó; Cerro Porteño desconoció la luchadora tradición guaraní y se resignó a la derrota, mientras que Cobreloa quería más, sobre todo con la salida al campo del uruguayo Osvaldo Canobbio, que desde que pisó el rectángulo de juego mostró hambre de gol.

El delantero se sació en el minuto 89, cuando recibió el balón en la línea del área y, con un remate cargado de virtud, lo alojó en el rincón donde las arañas tejen su tela: el ángulo superior izquierdo de la portería.

Síntesis del partido:

Cobreloa(3): Claudio Mele; Mauricio Pozo (M.85, Mario Villanueva), Luis Fuentes, Cristián Gómez. Rodrigo Pérez; Rodrigo Meléndez, Pablo Abdala, Fernando Cornejo, Mauricio Dinamarca (m.75, Osvaldo Canobbio); Patricio Galaz y Juan Carlos Madrid (m.87, Rodrigo Corrales). Director técnico: Víctor Merello.

Cerro Porteño(0): Aldo Bobadilla; José Devaca, Darío Caballero, Edgar Balbuena, Juan Daniel Cáceres; Santiago Salcedo (m.65, Jorge Achucarro), Sergio Aquino, Walter Fretes, Jorge Martín Núñez (m.61, Silvio Garay); César Ramírez (m.72, Julio Meza) y Francisco Ferreira. Director técnico: Mario Jacquet.

Goles: 1-0, m.37, Patricio Galaz; 2-0, m.54, Mauricio Dinamarca; 3-0, m.89, Osvaldo Canobbio

Arbitro: El colombiano John Jairo Toro, asistido por sus compatriotas Fernando Paneso y Jorge Arango. Amonestó a Cornejo, Cáceres, Abdala, Balbuena, y Ramírez; expulsó a Cornejo (m.41) por doble amonestación, y directamente a Fretes (m.49), y Cáceres (m.70).