"No le podíamos fallar a la gente. El país está viviendo una situación muy difícil y nosotros sentíamos la obligación de ganar esta copa. No podíamos desaprovechar la oportunidad que teníamos", argumentó el técnico chileno.

El San Lorenzo y el Flamengo igualaron 1-1 en el choque de vuelta después del 0-0 de la ida, pero en los lanzamientos de penaltis vencieron los de Almagro por 4-3 concediendo el primer título de esta competición para Argentina.

La crisis económica que está viviendo el país suramericano y que afecta, como a todos los sectores de la sociedad, al fútbol fue comentada por el entrenador ganador de la Mercosur, ya que valoró la "grandeza" y el "esfuerzo" de sus jugadores para obtener el triunfo pese a los problemas.

"La gente se ha identificado con el plantel, que refleja en el campo de juego todo el esfuerzo que tenemos que hacer para que las cosas salgan como queremos", explicó. Respecto a su rival en la final, el Flamengo, campeón de 1999, indicó que "ellos llegaron una vez, en el gol, y nunca más".