El desafío de la UC era ganar o ganar al equipo cafetero, que llegó a Santiago como líder del Grupo 8 y en busca de un empate que le aseguraba el pase a la otra ronda.

Los dirigidos de Juvenal Olmos lograron el objetivo, pero la tarea fue más ardua, trabajada y difícil de lo que indica el resultado del encuentro.

En el primer tiempo el local ejerció el dominio territorial y creó las mejores ocasiones de gol, pero sus atacantes no estuvieron atinados frente a una defensa que, con excepción del sólido John Viáfora, se veía imprecisa sobre el pasto resbaladizo por la lluvia.

Once Caldas apostó, acertadamente, al repliegue y contragolpe, basados en la buena entrega de Valentierra y en la calidad de Sergio Galván, que aunque solitario arriba, se las ingenió para crear peligro y definir, obligando a esfuerzos máximos y lucidos al meta estadounidense Johnny Walker.

El equipo universitario se puso en ventaja en el minuto 29, en una jugada confusa, en la que Daniel Pérez, a tres metros de la portería, ganó un rebote tras un cabezazo defectuoso de Norambuena en el área colombiana.

Pérez le dio mal y cayó junto al portero Julio, que en una gran estirada manoteó el balón, que rebotó en el delantero chileno y se fue a la red.

Cuando la UC se aprestaba a irse al descanso con una ventaja tranquilizadora, Segovia perdió el balón de manera infantil y Galván no perdonó, sentenciando el empate parcial.

El técnico Juvenal Olmos, consciente de que el empate eliminaba a su equipo, sumó ataque en el segundo tiempo, y envió primero al campo a Eduardo Arancibia y después al argentino Iván Gabrich, este último con óptimas consecuencias.

En los 57, a dos minutos de su entrada, Gabrich puso en ventaja a la UC al recoger con un disparo seco un balón que había rebotado en el poste colombiano tras un cabezazo de Norambuena.

La desventaja, que les dejaba fuera de la Libertadores, hizo reaccionar a los colombianos, que se fueron con todo tras el empate salvador y a través de Marín, Salvatierra y Galván, principalmente, llevaron peligro reiterado al área universitaria.

La situación provocó un nuevo vuelco táctico en Olmos, que sacó a Pérez, su mejor delantero hasta entonces, y envió al campo a un volante destructor: Jorge Acuña.

Aún así, la UC pudo asegurar en los 68, cuando Norambuena eludió hasta al portero Julio y cuando se aprestaba a acariciar el balón para el tercero -no hacía falta más- la larga pierna de Viáfora le birló la esfera de cuero.

Norambuena se reivindicó ampliamente nueve minutos después, cuando con una impecable palomita en el punto penalti encajó el balón en la puerta defendida por Julio, tras un centro de Arancibia desde la derecha.

Javier Alvarez, técnico del Once Caldas, se la jugó toda y envió a dos delanteros al campo: Hurtado y Efraín Viáfora, pero este último duró un minuto en la cancha, pues recibió una tarjeta roja directa tras golpear con el codo a Miguel Ramírez.

SÍNTESIS DEL PARTIDO

UNIVERSIDAD CATÓLICA (3): Jonathan Walker; Cristián Alvarez, Pablo Lenci, Miguel Ramírez, Miguel Ponce (m.55, Iván Gabrich); Mauricio Segovia, Juan José Ribera (m.46, Eduardo Arancibia), Patricio Ormazábal, Milovan Mirosevic; Daniel Pérez (m.67, Jorge Acuña) y Arturo Norambuena. Director técnico: Juvenal Olmos.
ONCE CALDAS (1): Agustín Julio; Felipe Benalcázar, Francisco Foronda, John Viáfora, Vicente Preciado; Pedro Alvarez (m.80, Jamilson Hurtado), Raúl Marín, Alexander Padilla, Arnolfo Valentierra; Elkin Soto (m.80, Efraín Viáfora) y Sergio Galván. Director técnico: Javier Alvarez.