El Barcelona se gusta y aplasta

Jordi Blanco | Corresponsal

BARCELONA -- El Barça restó una fecha en su carrera por la Liga con una exhibición por todo lo alto. No conquistó solamente los tres puntos (innegociables), sino que regaló una auténtica exhibición a sus aficionados, atropellando sin piedad a un Getafe que se mantuvo quince minutos en pie y acabó rendido a la lógica tras una primera mitad de videoteca en la que el equipo de Luis Enrique le marcó cinco goles soberbios.

El Barça se acerca al final de la temporada en modo aplastamiento. Este martes le añadió goles a la brillantez y superioridad que viene mostrando en las últimas semanas. Manchester City, PSG, Almería, Sevilla (el único que le plantó cara hasta empatarle) o Espanyol sufrieron en primera persona el hambre caníbal de un equipo que a cada partido que añade en su cuenta parece más ambicioso.

Y este martes sumó, a la catarata de fútbol, los goles. Goles, goles y más goles, a cual mejor, en una impresionante clase maestra que comenzó con el penalti que transformó Messi 'a lo Panenka' y acabó el mismo crack argentino, apenas comenzada la segunda mitad y cuando la hinchada disfrutaba entregada a sus jugadores.

El Getafe, que hace 37 años sufrió un 8-0 en este mismo escenario en un partido de Copa, cuando aún jugaba en Segunda División, y mantenía un 6-1 en febrero de 2013 como su peor resultado liguero en este Camp Nou que en mayo del año pasado silenció con un gol de Lafita en el último minuto que provocando el 2-2 comenzó a provocar el derrumbe final del Barça de Martino.

Del Tata a Luis Enrique, sin embargo, se adivinan no pocas diferencias. Por encima de todo en lo que al final de la temporada se refiere. Si entonces enlazó no pocas decepciones, que comenzaron con la eliminación de Champions en cuartos frente al Atlético y acabaron ante el propio Atlético en la despedida de la Liga, ahora el nivel de contundencia que exhibe este equipo es mayúsculo. Y el resultado es una continuación de fútbol excepcional, entregado al vértigo pero sin aparcar el toque en una combinación que se está demostrando demoledora.

El líder sumó su séptima goleada liguera en el Camp Nou, igualando el 6-0 que logró frente al Granada en la sexta jornada y acercándose al 8-1 que infringió al Huesca en la Copa. Lo hizo en la mayor exhibición de una primera mitad en que anotó cinco goles preciosos, con un doblete espectacular de Suárez o una rosca marca de la casa de Xavi, quien asistió de manera brutal a Neymar en la consecución del tercero de la noche.

El capitán, sustituido a la hora de partido por Pedro, recibió la cálida despedida de su hinchada demostrando que mantiene firme el pulso de la exigencia en este equipo al que Luis Enrique le ha encontrado el pulso a tiempo. La bronca, la crisis, de enero acabó siendo el mejor de los remedios para despertar a la bestia. Y desde entonces, con apenas un revolcón (Málaga), el crecimiento azulgrana ha sido indiscutible.

Al Barça le restan cuatro partidos por delante para llevarse una Liga que acaba en modo total. El Getafe, que hace once meses le frenó en seco, sufrió en primera persona otra primera mitad primorosa en la que el líder dio una exhibición. Messi, Neymar y Suárez mostraron porqué se consideran el mejor tridente del mundo. Y a su vera todo el equipo disfrutó de una nueva noche de felicidad.