No pudo llegar a la marca

BARCELONA (EFE) -- El Barcelona no ha podido alcanzar el récord de diez victorias consecutivas que había establecido en la temporada 1955-56, bajo las órdenes del húngaro Frans Platko, tras empatar a cero goles contra el Villarreal, lo que ha puesto de manifiesto los graves problemas en ataque de la entidad catalana, además de evidenciar un estado físico más que limitado.

El Barcelona suma su segundo partido seguido en el Camp Nou sin marcar (Celtic en la Copa de la UEFA y Villarreal) y de no ser por el gol del brasileño Ronaldinho en el minuto 89 contra la Real Sociedad, el conjunto catalán hubiese cerrado su tercer encuentro seguido en el coliseo barcelonistas sin marcar.

Aburrida e imprecisa primera parte con dos equipos amontonados en el centro del campo que sólo vivieron con cierto desahogo en los instantes finales del primer tiempo, en el que ambas porterías pasaron por apuros.

El Barcelona se había fijado como meta reducir al argentino Juan Román Riquelme, quien entre líneas fue reclamando la pelota para un posterior pase a otro ex barcelonistas en las filas del Villarreal, como es el brasileño Sonny Anderson, pero el centrocampista argentino fue sometido a un acoso y derribo por cuantos jugadores rivales tuvo a pocos metros.

Sólo en el minuto 9 Román logró enviar un balón envenenado a Anderson quien a la vez asistió a José Mari, que de fuerte disparo obligó a Víctor Valdés a una buena intervención.

Fuera de esta jugada, el Barcelona jugó a placer en el centro del campo. Tuvo la pelota, la jugó con preferencia por la banda derecha, por donde Luis García sacó relativo provecho en sus uno contra uno con Arruabarrena, pero en el disparo estuvo negado.

Entonces, el Barcelona recurrió a lo que mejor se le da desde hace algunos partidos; a las buenas prestaciones de sus individualidades. Pero tampoco en estas el Barcelona sacó buen rendimiento. Saviola, en el minuto 20, encaró en solitario pero tras su disparo la pelota rebotó en Ballesteros. Tras el córner, Ronaldinho cabeceó el balón y a un metro de la meta y sin ningún rival balo los palos Saviola lo envió, también de cabeza, a la madera.

Esta jugada y un durísimo disparo de Xavi en el minuto 14, con paradón de Reina, habían sido las acciones ofensivas más destacadas del conjunto catalán, que a partir del minuto 28, tras un durísimo lanzamiento de Roger, en el que Valdés detuvo el balón, se hizo con el dominio total del partido.

Fueron los minutos finales los más eléctricos con faltas peligrosas cercas de las áreas: Ronaldinho envió el balón fuera, mientras que Roger lo estrelló en el palo.

El arranque del segundo tiempo volvió a contar con cuatro nuevas faltas en las áreas: Ronaldinho en el 52 engañó a Reina, pero la pelota salió fuera, y en el 56 y 62, lo estrelló contra la barrera, mientras que Riquelme, en el 53, envió la pelota a las manos de Valdés.

Después de que en el minuto 68 Riquelme se inventase un sensacional pase a Anderson, quien, sólo ante Valdés, estrelló una pelota en el cuerpo del arquero azulgrana, el conjunto catalán experimentó con un cambio: entró Kluivert, tras once partidos ausente por lesión, y salió del campo Luis García, con lo que el Barcelona perdía el juego por las bandas.

Con el trío Saviola-Kluivert-Ronaldinho, el juego ofensivo se revolucionó. El Barcelona asedió el arco de Reina y el gol se visualizaba en el vacío estadio barcelonista. Un gol anulado a Van Bronckhorst por claro fuera de juego en el minuto 78 fue la única vez que el Barcelona logró enviar el balón dentro del arco rival.

El Villarreal sufrió lo indecible para aguantar la embestida barcelonista, pero cuando pudo, puso el balón en los pies de un temible Riquelme, quien de los presente era el que guardaba el mejor recuerdo del último Barca-Villarreal del Camp Nou, ya que fue el autor, de penal, del único gol del partido (1-0).

La irregularidad del Barcelona en el partido se evidenció con mayor claridad en los últimos minutos, cuando con un juego alocado, y preferentemente por el centro de la defensa rival, perdió su ubicación en el centro del campo. En unas de las acciones del Villarreal, Davids cometió penalti a Ballesteros, pero el árbitro sacó la falta fuera del área.