De la mano del diez

MADRID -- El francés Lass Diarra, el nuevo '10' del Real Madrid, ejerció de líder espiritual y ejecutor de la renovada versión del conjunto blanco, que echó mano de su habitual pegada para solventar el arranque liguero ante el Deportivo.

Tras heredar el número de camiseta del ahora interista Wesley Sneijder, muchos pusieron en duda si era el hombre idóneo para llevar un número tan significativo en el fútbol universal. Se ponía en cuestión si tenía la calidad suficiente como para hacer honor al 10.

Nadie discutía el despliegue físico de este medio-centro francés que llegó la pasada temporada para darle empaque a la medular, pero Lass, una vez que el técnico chileno Manuel Pellegrini le ha convencido para acercarse más al área, se ha confirmado como un gran valor y sus condiciones de todo tipo comienzan a no ser discutidas.

El lunes pasado en el Trofeo Santiago Bernabéu se sacó de la manga un precioso gol ante el Rosenborg, y en el estreno liguero regaló un magnífico tanto a su afición y al mismísimo Usain Bolt que le dio al Real Madrid un triunfo muy sufrido.

Lass alivió los males del conjunto de Pellegrini, que mostró tanta pegada como vulnerabilidad atrás, como casi siempre en los últimos tiempos. El guión que escribieron madridistas y deportivistas fue el que tantas veces se ha visto en el Bernabéu.

Un equipo como el Deportivo, bien armado atrás, que no estaba siendo netamente inferior al Real Madrid, se marchó de vacío después de haber tenido todo en su mano.

Juan Carlos Valerón, a sus 34 años y superviviente del 'Centenariazo' de la final de Copa de 2002, tuvo en su bota derecha el 2-3 (m.57), pero prácticamente a puerta vacía falló su remate y dio vida al Real Madrid, al que se la había complicado el partido con el 2-2 a los cuarenta segundos del segundo periodo.

Al Deportivo le había faltado algo de valentía para buscar más la vulnerabilidad blanca en el primer periodo, en el que tan solo había conseguido equilibrar, por medio de Riki, el tanto inicial de la Liga, obra de Raúl, quien remachó a puerta vacía un remate al palo de Benzema.

El conjunto de Pellegrini, sin hacer nada del otro mundo, se había ido al descanso con ventaja. Dani Aranzubia había hecho un penal inútil a Raúl y Cristiano Ronaldo situó el 2-1 (m.35).

Pero tras el intermedio Valerón y compañía tuvieron el partido en su mano, hasta que irrumpió Lass Diarra con un gran disparo desde fuera del área para aliviar la primera comparecencia liguera del Real Madrid.

Pellegrini tiene, como no podía ser menos, mucho trabajo por delante. Su fútbol posicional en ataque se acaba convirtiendo en un embudo, hay poca movilidad y escasean las entradas por las bandas, y atrás, aunque hoy faltaban Sergio Ramos y Pepe, es un equipo muy asequible para los rivales.

Volvió a sufrir un gol a balón parado, el de Riki, uno de sus grandes males, y cada aproximación del Deportivo era poco menos que un suplicio para la afición madridista y para el propio Pellegrini hasta casi el pitido final.

Para su fortuna, dispone de dinamita delante, aunque también debe progresar. Cristiano Ronaldo y Kaká, los dos grandes fichajes de la nueva era de Florentino Pérez, estuvieron irregulares, tuvieron acciones brillantes pero muy esporádicas.

El equipo necesita acoplarse, encontrar fluidez en su fútbol y ser más firme atrás. Pero para su fortuna, esa pegada que le hizo ir siempre por delante en el marcador y ese gol de Lass, le hacen empezar con un triunfo. Sufrido y discreto. Pero al fin y al cabo un triunfo... y un castigo para un Deportivo que de haberlo pretendido con más ahínco podía haber sacado tajada.