Una victoria inolvidable

HANNOVER (EFE) -- México mostró el camino para derrotar al campeón del mundo y, con un gran partido se impuso por 1-0 a una selección brasileña que se vio impotente y se ganó un puesto en las semifinales de la Copa de las Confederaciones, entre "olés" de su afición.

El equipo que dirige el argentino Ricardo Lavolpe mostró las penurias del conjunto de estrellas brasileñas, que con todo en el campo, con Ronaldinho, Kaká, Robinho y Adriano, fueron incapaces de doblegar a un rival que tuvo muy claro, en todo momento, lo que debía de hacer, llegó a desperdiciar un penalti y se hizo con la victoria con un remate de cabeza de Jared Borgetti.

De las dos posibles formas de controlar el juego brasileño, México optó...por las dos. De salida, quiso jugar en su campo, con una fuerte presión sobre sus centrocampistas, pero pasados los primeros minutos se encontró defendiendo con nueve jugadores por detrás del balón.

Lo hizo con orden y mucha concentración, lo suficiente para limitar las inevitables ocasiones brasileñas, que aun así siempre son muchas.

Porque, Robinho, que envió contra el cuerpo de un rival un balón que había quedado muerto en el área, y Adriano, que cruzó en exceso ante Oswaldo Sánchez, tras un gran pase de Ronaldinho (m.9), y que tampoco supo resolver un barullo en el área, en el último minuto de la primera mitad, pudieron poner en ventaja a Brasil.

Y, con todo, fue la selección mexicana la que concluyó el primer tiempo maldiciendo su mala suerte, por haber desperdiciado el mmismo penalti en tres ocasiones.

No se había acercado a la meta de Dida, el equipo del argentino Ricardo Lavolpe más que con un disparo de Ramón Morales (m.27), pero en su segunda internada por la banda izquierda propició el penalti, cometido por Roque Junior sobre Jared Borgetti.

Borgetti lo lanzó a su derecha y marcó, pero el árbitro italiano Roberto Rosetti mandó repetirlo, porque entraron al área jugadores antes de tiempo.

Volvió a ejecutarlo el delantero mexicano, pero esta vez dudó, frenó su carrera y envió el balón al larguero...pero el colegiado de nuevo interpretó que se había invadido el área. A la tercera, mientras Lavolpe pedía a gritos desde la banda que cambiase el lado elegido, Dida adivinó la intención de Borgetti y rechazó el balón.

El atacante del Pachuca, no obstante, pudo redimirse en el segundo tiempo, gracias a un remate de cabeza, a la salida de un córner, que sorprendió a Dida y a la zaga brasileña (m.59).

Antes de eso y con cambio de esquema táctico incluido, México había recuperado la iniciativa. Planteó Lavolpe una línea de cuatro en defensa tras el descanso, dio entrada a Luis Pérez y adelantó a Ramón Morales, convertido en la pesadilla de Cicinho.

La consecuencia fue que el equipo tricolor volvió a tener el balón y con él opciones de marcar como la que aprovechó Borgetti.

El tanto sorprendió a Brasil, un conjunto que tras los elogios recibidos después de golear a Grecia pareció no estar preparado para perseguir a su rival.

Parreira dio entrada a Renato y Ricardo Oliveira por Emerson y un Robinho que estuvo muy gris y Brasil pudo empatar con un remate de cabeza de Adriano, pero el gol fue anulado por apoyarse en un contrario en el salto.

Con México cada vez más confiado, el campeón del mundo, apurado por el reloj, no encontró la forma de penetrar en el entramado rival, se descosió y acabó por aceptar una derrota inesperada, un revés que le obliga a jugarse la clasificación contra la selección japonesa que dirige Artur Antunes "Zico", el próximo miércoles.