La mayor virtud fue el oportunismo

PARIS (EFE) -- Javier Saviola le regaló al seleccionador Alfio Basile la primera victoria de su nueva etapa al frente de Argentina, con un gol que sirvió para derrotar a Francia, 20 años después del último encuentro entre ambas selecciones.

Los argentinos supieron guardar la renta lograda por el Conejo al cuarto de hora y secar todo intento de remontada de Francia, que se mostró inoperante ante la buena zaga de los de Basile.

Tras las derrotas cosechadas contra Brasil (3-0) y España (2-1), Argentina volvió a sumar una victoria y mostró una notoria mejoría en su juego.

Es la quinta vez que Argentina vence a Francia en las 10 ocasiones en las que se han enfrentado, en las que los galos sólo han ganado dos. Argentina había perdido en París el último duelo en 1986, una derrota que quedó borrada el miércoles a la noche.

Con un espléndido Esteban Cambiasso en el centro del campo, asistido por el joven Fernando Gago, que debutaba con la selección, los visitantes apenas temblaron ante una Francia incapaz de encontrar salida a su juego y que se llenó de dudas de cara a los próximos partidos, valederos para la fase de clasificación para la Eurocopa.

Saviola se mostró muy activo y, junto con un trabajador Hernán Crespo, pusieron en jaque la zaga gala.

Saviola evidenció el buen momento que atraviesa con una jugada llena de astucia al cuarto de hora. Un fenomenal taco permitió a Javier Zanetti desmarcarse por la derecha y centrar retrasado para Crespo, cuyo remate despejó Gregory Coupet. Pero al Conejo le había dado tiempo para internarse en el área francesa y poner de manifiesto su olfato goleador para tomar el rechazo y enviar el balón a la red.

El tanto llenó de felicidad a los muchos argentinos que tiñeron de celeste y blanco la grada de Saint-Denis, que registró un récord de asistencia para un partido de la selección francesa, casi 80.000 espectadores.

Francia intentó reaccionar, pero la doble línea defensiva argentina estuvo sólida, sobre todo la pareja de centrales formada por Gabriel Milito y Roberto Ayala.

El Ratón, que batió el récord de partidos con la Albiceleste, demostró su clase el día en que se supo que los tres próximos años jugará en Villarreal.

Sólo un par de internadas de Thierry Henry y el dinamismo de Frank Ribéry hicieron temblar el sólido edificio montado por el Coco Basile.

El jugador del Marsella pudo empatar en una buena combinación con Florent Malouda a los 24 minutos, pero cruzó demasiado su disparo.

La mejor ocasión de los franceses estuvo en los pies de Henry, que se aprovechó de un mal despeje de Gabriel Milito -posiblemente el único punto flojo en su actuación- para quedarse solo ante el arquero Roberto Abbondanzieri, que no tembló ante el cañonero francés.

El centro del campo argentino fue tan superior, que en los últimos minutos del primer tiempo confiscó el balón y agotó la paciencia del público francés, que comenzó a mostrar su desagrado con la inoperancia de su equipo.

Crespo pudo aumentar la ventaja a los 10 minutos del segundo tiempo con un fuerte disparo desde fuera del área que a punto estuvo de sorprender a Coupet.

Pero pronto fue Francia quien adelantó líneas de la mano de Ribery, que reactivó el juego de su equipo y obligó a Argentina a emplearse más en tareas defensivas. Pero sus delanteros estaban desaparecidos.

Trezeguet, que jugó por primera vez frente al equipo de sus orígenes, apenas tocó el balón y dejó su puesto a un aclamado Anelka que tampoco supo encontrar la llave de la defensa argentina.

Siguió siendo Ribery la principal amenaza para la defensa, pero Francia no pudo superar a Argentina.