Santos eliminó a Cerro Porteño y avanzó a la final

ASUNCION (EFE) -- El Santos de Brasil se clasificó a una nueva final de la Copa Libertadores de América, al empatar 3-3 con el Cerro Porteño de Paraguay en el encuentro de vuelta de las semifinales.

Los goles del Santos fueron convertidos por Zé Eduardo (m.2), Pedro Benitez (m.27) en contra, y Neymar (m.46), mientras que para el Cerro Porteño marcaron César Benítez (m.31), Juan Manuel Lucero (m.60) y Jonathan Fabbro (m.81).

El Santos, ganador de las primeras dos ediciones de la Libertadores, en 1962 y 1963, accedió por cuarta vez a una final, instancia en la que se medirá con el Peñarol de Uruguay, que eliminó a Vélez Sarsfield, de Argentina, en la otra semifinal.

Al balde de agua fría que supuso el tempranero gol de cabeza de Ze Eduardo, se sumó el gol en contra del defensor central Pedro Benítez tras el grave error del arquero Barreto, que falló en la salida con los puños, con lo que el balón se introdujo mansamente al arco.

Ya después del primer revés, el técnico azulgrana, Leonardo Astrada, tuvo de cambiar radicalmente su estrategia y ordenó el ingreso del juvenil y explosivo atacante Juan Manuel Iturbe para tratar de que éste cambiara el rumbo del partido.

Con la mínima ventaja (1-0) obtenida por el Santos en el choque de ida, se esperaba que el Cerro pudiese remontar ese revés, aupados por el buen nivel logrado hasta ahora y los 26.000 espectadores que esta noche llenaron a tope su estadio.

César Benítez descontó de cabeza, a los 31, a la salida de un saque de esquina, pero la recuperación "cerrista", fraguada con más fuerza que orden, quedó de nuevo por tierra con un letal remate de Neymar, a los 46.

Hasta entonces, la estrella "santista" no había aparecido a plenitud porque el circuito ofensivo de Elano y Danilo pasaban casi siempre por Zé Eduardo, de destaca labor en el martilleo sobre una defensa fuera de control.

La estrategia de "matar o morir" de Astrada, quien sacrificó dos volantes (Burgos y Torres) por dos jugadores de ataque (Iturbe y Lucero) volcó las acciones frente al arco del Santos, que en la segunda mitad prefirió replegarse y esperar algún nuevo error de su rival.

Lucero marcó el segundo del local a los 60 y Jonathan Fabbro, de opaca gestión, logró el pírrico empate con un potente remate desde fuera del área, a los 81.

Este partido de vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores se disputó en el estadio General Pablo Rojas (La Olla Monumental), ante 26.000 espectadores.