Importante paso del Barça a la final

Jordi Blanco I Corresponsal

BARCELONA -- El Barça se acercó a la final de la Copa del Rey con una clara victoria sobre el Villarreal, que pudo ser incluso definitiva si Asenjo no hubiera rechazado un penalti a Neymar, a quien Messi, el jefe de la banda, le cedió el lanzamiento en una noche especialmente esquiva para el delantero brasileño.

Leo, nuevamente protagonista, abrió el marcador tras una excelente jugada de Suárez por la banda izquierda cerca del descanso, fue un espectador en el 2-1 de Iniesta y asistió con un gran lanzamiento de corner para el 3-1 de Piqué. Luego provocó la mano de Mussachio para ese penalti que pudo dejar la eliminatoria sentenciada, pero ni dudó en ceder el protagonismo a Neymar, quien en su peor noche de este 2015 se estrelló ante la estirada felina del portero del Villarreal.

Fue una victoria cocida a fuego lento, en un encuentro que el Barça entendió debía ser distinto al de Bilbao y al cual el Villarreal acudió con una filosofía mucho más defensiva que en el anterior encuentro de Liga. Se encerró el submarino amarillo, incluso con Vietto y Giovani ayudando en tareas defensivas, bien colocado y cerrando espacios al grupo de Luis Enrique, que hizo de la paciencia virtud...

Y que se encontró con la afortunada lesión de Bruno, capitán y vigía completo en los esquemas de Marcelino. Fue desaparecer del césped el centrocampista amarillo y venirse abajo su equipo, que sufrió un auténtico asedio en el final de una primera mitad que se cerró con un paradón de Ter Stegen al disparo raso, el único de Vietto. Antes la insistencia le sonrió a Suárez, quien listo y luchador robó un balón en la banda, se fue como un sprinter con el balón y le regaló una asistencia de oro para que Messi acudiera a su cita con el gol.

Con el 1-0 y las sensaciones inmejorables se fue al descanso el Barça. Enfrente, el Villarreal parecía un animal herido, pero nada estaba escrito aún. Y es que en un extrañísimo inicio del segundo acto, Ter Stegen, tan acertado antes, le regaló el empate en un disparo lejano de Trigueros para que apenas dos minutos después Iniesta, casi invisible en el primer tiempo, anotase el 2-1. Como en el partido de Liga disputado hace apenas diez días, al submarino amarillo la alegría le duró un suspiro.

Con todo, el 2-1 era mejor que el 1-0 para los visitantes, que volvieron a dar un paso atrás tras la lesión de Jona dos Santos confiando en que ese resultado les diera la ocasión de remontar en la vuelta. Pero insistente y estirado, el Barça estaba dispuesto a dar el último toque. Y llegó en el corner que hizo suyo Messi para lanzarlo con maestría a la cabeza de Piqué, quien le ganó la posición a Mussachio para lograr el 3-1.

A partir de ahí quiso sin poder el Villarreal y buscó con calma la sentencia el equipo de Luis Enrique. La tuvo en su poder cuando el pobre Mussachio volvió a intervenir sin suerte, cortando sin querer un balón con la mano ante Leo. Y ante el pasmo general el argentino miró a Neymar dándole la ocasión de alegrarse la noche, especialmente desafortunada. Pero Asenjo le adivinó la dirección.

3-1 y el pase a la final en el aire... Aunque el Barça, más controlador pero igualmente incisivo, ya tiene un pie en ese último acto de la Copa. La respuesta, en tres semanas en Villarreal.