Barcelona ganó y goleó... Pero parece insuficiente

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LAS PALMAS (Jordi Blanco, corresponsal) -- El Barcelona se mantiene enganchado al sueño después de golear con suficiencia, tras unos minutos de sufrimiento, en Las Palmas.

Venció el campeón por 1-4 y aunque no le acompañó el Sevilla en el Bernabéu mantiene viva la esperanza con la mirada puesta en Balaídos, donde el Madrid se pondrá al día en un partido que ya está en el plano general.

Diez minutos mantuvo el 0-0 el Sevilla en Madrid. El tiempo que tardó Nacho en ser el más listo de todos en el lanzamiento de una falta sin pedir barrera ni nada para que un punto de depresión se hiciera presente en el barcelonismo, que pareció entregarse a su mala fortuna cuando Cristiano Ronaldo marcó el 2-0.

Seguía un preocupante 0-0 frente a un Las Palmas contestón... Pero que en apenas dos minutos se derrumbó con las dianas de Messi y Suárez. Al descanso 2-0 y 0-2. Ninguno fallaba pero se entendía mayor calma en el Bernabéu, con el título un poco más cerca.

Pero comenzó la segunda mitad con el gol de Jovetic para el Sevilla y un grito entre el barcelonismo, llamando a la fe mientras Las Palmas, a la suya, apretaba a un equipo de Luis Enrique demasiado relajado y que lo pagó con el gol marcado por Bigas.

Como si se marcasen en la distancia, tal hace uno y tal le responde el otro, el Barça sufría como lo hacía el Madrid hasta que de pronto, en cuatro minutos, Neymar anotó dos dianas más para sentenciar la victoria primero y conducirla a la goleada después.

Curiosamente todo ello ocurría mientras se contemplaba en el Bernabéu a un Sevilla atrevido y a un Madrid entre condescendiente y nervioso; más ocupado en romper el ritmo de juego que en asegurar el triunfo con otro gol que le diera tranquilidad... Pero si el Sevilla había llegado a estrellarse contra la madera, el equipo de Zidane demostró tener la pegada que le faltaba al de Sampaoli.

Kroos le dio el pase a Cristiano Ronaldo y, de primeras, el portugués remató a la red, en el minuto 78, para enfriar el ánimo de un Barça que, cumpliendo con su tarea, ya sin brillantez y sí con parsimonia, seguía esperando un milagro que se convirtió en sentencia porque Kroos, en el 84, cerró el partido del Bernabéu.

4-1 por duplicado. El mismo resultado y, en cierta manera, las mismas sensaciones porque tuvo minutos de apuro el Barça como también los sufrió el Madrid y acabaron goleando los unos y los otros.

La Liga sigue igual... Pero el tiempo se acaba. Todos los ojos se centran ahora en Balaídos esperando que el Celta sea capaz de frenar al equipo de Zidane como no pudo hacerlo el Sevilla. Todo antes de la conclusión en una última jornada que, de todas maneras, promete las emociones definitivas.