Barcelona no sufrió por las ausencias y goleó al Osasuna

BARCELONA (Jordi Blanco | ESPN Digital) -- El Barcelona se enchufa en este fin de curso a todo ritmo y goleó a un derrumbado y entregado Osasuna por 7-1, en un partido que sentenció el descenso virtual del equipo rojillo y trasladó toda la presión a La Coruña, donde el Real Madrid recibió un recado envenenado de su gran rival.

Frío, ratos de lluvia, ambiente gélido, poco público en las gradas... Pero catarata de goles para meterle presión al Real Madrid. Así podría resumirse el partido entre el Barcelona y el Osasuna en el Camp Nou. Un choque sin historia que condenó al equipo navarro, virtualmente descendido a Segunda División, y catapultó al campeón en su carrera por retener el título.

Un choque sin más historia que el gol, aunque fuera de penalti, de Mascherano, que sirvió para que el argentino estrenara su cuenta en su séptima, y quizá última, temporada como azulgrana. Y sin otra historia que el homenaje que el club tributó a Messi antes de comenzar... Y al que correspondió Leo con otro doblete para aumentar hasta 502 su cuenta realizadora.

502 goles de Messi y 1 de Mascherano. Argentinos ambos y que personalizan las dos realidades de un Barcelona al que Luis Enrique agitó pensando en el derbi del sábado frente al Espanyol. Ausente Neymar por sanción, el entrenador decidió dejar en el banquillo a Luis Suárez, amenazado por tarjetas, y con él a Iniesta, Sergi Roberto o Umtiti, además de Jordi Alba.

Quien pudiera pensar que era muy atrevido el técnico asturiano con su decisión, comprendió rápido que no iba a ser para nada arriesgado porque el rival apenas mantuvo el tipo doce minutos antes de que un error garrafal de su defensa sirviera el bandeja el 1-0 de Messi.

A la media hora André Gomes se dejó ver para el 2-0 con un excelente remate y se acabó, pareció, la fiesta. Finalizó así el primer tiempo y apenas al comenzar el segundo una falta directa de Torres puso en el escenario la frialdad local, que enervó a Luis Enrique con un par de llegadas más de los navarros que provocaron el despertar rápido del equipo azulgrana.

Y el paso a la goleada. En diez minutos, entre el 57 y el 67, marcó cuatro goles el Barça, con doblete de Gomes y de Messi, que se retiró del campo entre la ovación del público inmediatamente antes de que lograra el 5-1 Alcácer.

Osasuna ya estaba en la lona, rendido, cuando llegó el penalti y la otra noticia de la tarde... Iba a lanzar Rakitic pero se escucharon gritos de Mascherano en la grada. Piqué miró al banquillo y luego llamó a Rakitic mirando a Masche. Y le dieron al Jefecito la oportunidad de lanzar el penalti.

Lo marcó entre la algarabía generalizada. Después llegaría, casi al final, el 7-1 para el doblete particular de Alcácer y el final de un partido que, celebrado, trasladó, de sopetón, toda la presión al vestuario del Real Madrid. Porque el Barça, condenando a un Osasuna sentenciado, no dio opción ninguna a la sorpresa.