Atlético de Madrid echó abajo el ánimo de la Real Sociedad

MADRID (Paola Núñez, ESPN Digital) -- Atlético de Madrid se mantiene en la tercera plaza gracias a una victoria por la mínima sobre la Real Sociedad en el encuentro disputado éste martes en el Vicente Calderón.

La Real Sociedad tuvo una amenazante media hora antes de que el Atlético les pusiera un alto como suele, cediendo el balón en espera de la primera distracción del rival para hacer daño.

Los vascos comenzaron generando algo de peligro en el área local, pero pese a la velocidad de sus hombres de banda o el permanente manejo del balón, realmente no lograron inquietar a Oblak o sus zagueros. Como las llegadas rojiblancas eran escasas, se lo tomaron con calma. Y ahí estuvo el error. En cuanto los hombres del Cholo encontraron un hueco, lo aprovecharon para abrir el marcador.

EFE

Corrió a cuenta de Filipe Luis, al lado de Carrasco, el hombre más incisivo del Atlético de Madrid durante todo el partido. El lateral marcó su segundo tanto en tres días valiéndose de una preciosa pared con Fernando Torres para clavarse en el corazón del área después de esquivar a varios defensas del conjunto vasco. La jugada nació en un mal despeje en que el Atlético en bloque se fue sobre la portería de Rulli. La defensa despejó el balón en hasta tres ocasiones hasta que el brasileño, tras pescar un rechace, hiciera una pausa para medir por dónde colarse. Y hasta ahí llegó la fuerza de la zaga realista, que no encontró cómo detenerlo.

El ánimo de la Real Sociedad se vino abajo con el tanto, y el Atlético aprovechó para buscar el segundo. Y casi lo cantaba el Vicente Calderón pocos minutos después en un contraataque, pero Fernando Torres se perdió la que probablemente contara como la ocasión más clara del partido cuando estrelló el balón en la base del poste y, posteriormente y a puerta vacía, el rebote en la cara externa de la red.

Para complicar más las cosas a la Real Sociedad, el lateral diestro Álvaro Odriozola se fue lesionado a cinco minutos del final de la primera mitad, lo que debilitó a los vascos por derecha pese a los esfuerzos de Elustondo por mantenerse en el mismo nivel.

Sin Zurutuza - que se quedó en la banca después de que los médicos decidieran reservarlo tras la última valoración en el hotel de concentración previa al encuentro - e Illarramendi, que no se recuperó a tiempo, la labor de contener a la media rojiblanca comenzó a pesar más de la cuenta a los hombres de Eusebio, que terminaron la primera parte atrincherados en su área pidiendo la hora y reventando un balón tras otro.

Los visitantes recuperaron la compostura, y el balón, tras el descanso, pero ya podían tener al Atlético entero encerrado en su mitad, que no lograban acertar en el último pase y apenas dieron guerra al Atlético con un par de centros de Yuri que no encontraron rematador.

A 20 minutos del final y viendo que su mínima ventaja peligraba poco, Simeone se guardó a Griezmann y envió a Correa al campo. El Atlético comenzaba así a reservar energía para lo que está por venir, el derbi y una eliminatoria de Champions frente al Leicester. El tiempo transcurría angustiosamente para la Real, que seguía controlando el balón pero no encontraba un solo espacio o la manera de conectar con Carlos Vela o Willian José, de tan aislados que los tenía el rival. Atlético, en cambio, se dio el lujo de fallar otra oportunidad clara de gol cuando Ángel Correa pescó un despeje para tirar un cañonazo que se fue desviado por centímetros. Inmediatamente después, el Atlético echó el cerrojo definitivamente cuando Torres dejó su lugar al central José María Giménez. La Real tuvo una más, en el cobro de una falta que Jan Oblak atajó sin problemas, antes de entregarse.

Perdió, en ese momento, la voluntad de pelear y acabó como lo había hecho 45 minutos antes. Rogando por que el Atlético dejara de bombardear.