Messi reaparece con el Barcelona y lidera goleada al Sevilla

BARCELONA (Jordi Blanco | ESPN Digital) -- El Barcelona disfrutó de una tarde memorable en el Camp Nou, mostrando músculo, aplastando 3-0 al Sevilla y mandando un mensaje innegable al universo del fútbol: está revolucionado. Y no tiene freno.

Puede, porque el fútbol es caprichoso, que en una o dos semanas se pinche el globo y la depresión llame a la puerta del Camp Nou. Pero a la vista de la exhibición de este miércoles el equipo de Luis Enrique está en disposición de completar un final de temporada enorme.

Al Sevilla se diría que no le quedó más remedio que aceptar el bofetón de realidad que sufrió. Llegó al templo azulgrana con la moral resquebrajada tras un mes para olvidar y lo abandonó hundido, consciente de que la distancia sideral que le separa de un Barça en plenitud.

La presentación ya no dejó lugar a la duda. El campeón entró en el campo a tope de revoluciones y literalmente empequeñeció a un rival desconcertado, que agradeció que a los tres minutos el primer disparo de Messi se estrellase en el larguero en pleno asedio.

Fueron 10 minutos, quizá 11 o quizá 12, de una presión constante, de un asalto sin descanso que puso a prueba la solidez mental del Sevilla... Que acabó pagando caro, muy caro, el perdón que le concedió a los 16 minutos en su primera llegada a la portería de Ter Stegen, cuando un error de Mascherano dejó a Nzonzi ante el meta azulgrana. Y contra él estrelló su disparo.

Entre tanta fiesta el susto reconcentró al Barça, espabiló a Messi y condujo el partido a una auténtica carnicería. Porque a la que Suárez maravilló con el 1-0 a través de una chilena soberbia el Sevilla se suicidó de mala manera para entregarse.

Resultó que a Sampaoli se le ocurrió ordenar dar un paso al frente a los suyos, buscar al Barcelona en su campo... Y con espacios para la contra fue avasallado por una MSN hambrienta que provocó dos goles de Messi en cinco minutos para que apenas superada la media hora de partido estuviera todo dicho.

Un 3-0 bajo la lluvia en un excelente ejercicio futbolístico del Barça que mostró al Sevilla y a quien pudiera estar viendo el encuentro que ha llegado al momento cumbre de la temporada en plenitud y en disposición de, como anunció Luis Enrique, pelear por todos los títulos.

El choque se definió en media hora y el resto de la jornada mostró que el equipo azulgrana sabe rebajar la ambición sin necesidad de pasar apuros ni descender su intensidad futbolística. De haber necesitado cinco goles se diría que el Barça los habría marcado, pero no siendo indispensable pudo verse a Neymar regalarse quizá más de la cuenta, como a Messi buscar un hat-trick sin atender a los desmarques de algún compañero.

No hubo más goles pero hubo tiempo para que la hinchada del Camp Nou disfrutase de los suyos, con Messi al frente, en una tarde con lluvia de agua... Y de fútbol.