Sergio Ramos marca el gol del triunfo y Real Madrid es líder

MADRID ( Paola Núñez | ESPN Digital) -- Fortuna para el Real Madrid es que Sergio Ramos tenga alma de delantero. El capitán volvió a salvar a su equipo con el tanto que significó la victoria por 2-1 sobre el Betis con la que recuperó el liderato en la tabla.

Real Madrid no dio motivos a Zidane para quejarse de falta de intensidad, o actitud, en cuanto pisó la cancha. Sus hombres con suficientes ganas; sobre todo, Morata, Isco y James. Los suplentes de lujo estaban dispuestos a brillar aunque se tratase en el papel de un simplón partido de Liga. De esos que en condiciones normales no supone una carga extra de presión a la que suponía la misión el liderato después del descalabro del Barcelona. Se fueron al ataque con convicción, aunque con paciencia. Sabían que el bombardeo a Antonio Adán rendiría frutos tarde o temprano, que por algo habían llegado a la jornada con 47 partidos marcando a sus espaldas.

El problema es que en la parcela defensiva - desde la zona de recuperación - pasaba exactamente lo contrario.

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Sin la compañía de Casemiro, que volvió a rotar, Kroos se veía desbordado para frenar las descolgadas del Betis al contraataque, que aunque pocas, llevaban una buena dosis de peligro. Durmisi, por la banda, dejaba atrás a Dani Carvajal en cada internada, mientras Dani Ceballos y Sanabria se colaban por el centro sin ser detectados por una central alarmantemente pasiva formada por Sergio Ramos y Nacho Fernández.

Y esta vez no tenían la seguridad de Keylor Navas como último recurso. El tico estaba en su lugar; la confianza que solía mostrar en cada intervención, no.

El arquero se ha pasado media temporada en entredicho, cometiendo graves errores que se han traducido en un tanto en contra con mayor frecuencia de la tolerable en un equipo que aspira a campeón.

La primera jugada polémica del partido corrió a cuenta del tico a los 21 minutos de juego. Keylor derribó a Brasanac cuando éste lo encaraba en la frontal. El árbitro Mateu Lahoz lo dejó pasar y Navas se salvó de ver la tarjeta roja, pero la incomodidad ya se había instalado en las gradas del Bernabéu.

El tico era un manojo de nervios y lo peor de la noche estaba por venir. Tres minutos después, se marcó en propia puerta.

En su enésima carrera por la banda, Durmisi sirvió a Sanabria, que disparó entre dos estatuas, Ramos y Nacho. El disparo fue suave, fácil de atajar para Keylor, que en efecto, atrapó el balón casi en la línea, sólo para dejarse vencer por el miedo y empujarlo hacia dentro en su afán de asegurarlo.

El repudio al tico en la grada estaba servido. Y la impotencia de sus compañeros, que se veían obligados a hacer hasta lo imposible por remontar. De nuevo.

Y como esta película ya la habían visto, en ese instante se fueron todos en desbandada a buscar a Antonio Adán ahogando al Betis. Tardarían más de 15 angustiosos minutos, en que sentían que el alma se les iba, para marcar el del empate. Fue Cristiano, valiéndose de una frágil defensa bética, que lo dejó solo en el área, para rematar de cabeza un envío desde la izquierda de Marcelo.

Madrid no cedió un milímetro. Necesitaban como el aire un segundo tanto que los devolviera a la cima. Álvaro Morata y James dejaron sus lugares a Karim Benzema y Lucas Vázquez, dos hombres frescos para terminar de ahogar a una defensa bética exhausta. La desesperación de los hombres de Sánchez del Amo era notoria, sobre todo la de Piccini, que a 10 minutos del final vio su segunda amarilla por una falta absurda.

Madrid no podía desaprovechar, pero dada la falta de puntería, tuvo que hacerlo con la fórmula habitual de salvación: un cobro de tiro de esquina de Toni Kroos y un cabezazo ejecutado a la perfección de Sergio Ramos a nueve minutos del final.