El Real Madrid cede la cima al Barcelona tras empatar ante Las Palmas

MADRID (Paola Núñez | ESPN Digital) -- El Real Madrid entregó la cima. Casi de milagro, sacó un empate 3-3 ante Las Palmas en el Santiago Bernabéu, mismo que lo deja rezagado a un punto del nuevo líder, Barcelona, que tiene un partido más.

El partido empezó dando la apariencia de ser sumamente entretenido y con goles. Y los tuvo a borbotones, pero no como a los merengues les habría gustado. El Real Madrid acabó desquiciándose casi de la nada y lo pagó muy caro.

Al comenzar la segunda mitad, Gareth Bale dejó a su equipo en inferioridad numérica - y completamente enervado - cuando perdió los estribos en un lance cualquiera con Jonathan Viera y respondió con un golpe. El galés vio la roja y el Madrid el abismo.

El Real Madrid era un manojo de nervios. Afloraron todas sus inseguridades y las frustraciones que venían acumulando desde la primera mitad. Y con ello, empezaron a llegar los errores catastróficos. Las Palmas sólo tenía que aprovechar el regalo.

Durante 45 minutos, el conjunto de Quique Setién había hecho su juego con comodidad; dominaba el centro de la cancha aprovechando que el Madrid, sin Modric y Casemiro, se partía por la mitad, y generaba peligro en la portería de Navas.

El cuadro merengue tuvo el tino de adelantarse antes de que se cumplieran diez minutos con un tanto de Isco (que parecía estar fuera de lugar), después de un soberbio pase filtrado entre líneas de Kovacic, pero de poco le sirvió, pues un minuto después Tana ponía las tablas con un golazo que puso en evidencia la fragilidad defensiva del Madrid: rompiéndole (metafóricamente) la cintura a Sergio Ramos para batir a Keylor Navas con un disparo cruzado. Hasta ahí vivió el Real Madrid. Pasó la siguiente media hora corriendo detrás de Las Palmas y acabó entregándose tras la expulsión de Bale.

Primero, tras un grave error de Sergio Ramos, que tocó el balón con la mano dentro del área, concediéndole un penalti a Las Palmas. Viera, más que dispuesto a hacer valer la jerarquía que llevaba más de 50 minutos mostrando en la cancha, puso el 1-2 desde los once pasos.

Inmediatamente después, Keylor Navas acabó por sepultar cualquier esperanza de remontada blanca. Una terrible decisión y una mala salida en un pase largo de los canarios mal medido por el arquero que resultó en el regalo perfecto para Kevin Prince Boateng, quien lo esquiva fácilmente para rematar a puerta vacía y marcar el tercero para su equipo.

Real Madrid, fuera de sí, buscaba su oportunidad como fuera, aprovechando la frescura de James, Benzema y Lucas Vázquez, que habían entrado de cambio. Bombardeaba a Javi Varas, pero cada intento era respondido por una cabalgata sin freno que acababa con un mano a mano de Jesé con Keylor. El tico paró al menos tres, pero no tapaba su craso error en el tercer tanto canario y la afición le dedicó un par de pitadas.

Real Madrid se hundía; el Bernabéu estaba a punto de arder, cuando intervino la suerte. A cinco minutos del final, Dani Castellano regaló un penal de la misma manera que Ramos, con una mano. Cristiano no falló y puso el 2-3. Dio algo de esperanza a los suyos, que intensificaron el ataque en la puerta de Javi Varas. A un minuto del final consiguieron el tiro de esquina que si no les devolvía la gloria, los salvaba del repudio generalizado. Un cobro perfecto de James Rodríguez que Cristiano peinó para poner el 3-3.