Barcelona le da un repaso al Alavés

VITORIA (Jordi Blanco, corresponsal) -- El Barcelona pasó como un ciclón por Vitoria y aplastó por 0-6 a u Alavés sin capacidad de respuesta, que mantuvo el tipo durante algo más de media hora pero que se rindió tras el primer gol de Suárez y se derrumbó en una segunda parte en la que el campeón marcó cuatro goles en apenas nueve minutos.

Sin necesidad de apretar el acelerador, pero con susto incluido, el Barça abandonó Vitoria como líder provisional y con un resultado que no conseguía en la Liga desde el 24 de enero de 2015, cuando lo consiguió en Elche. El susto, con el 0-0, lo solventó a los 24 minutos Ter Stegen, en una contra blanquiazul conducida por Theo y cuyo disparo a quemarropa lo salvó el portero alemán.

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El simulacro de lo que será en mayo la final de la Copa del Rey evidenció la realidad de dos equipos separados por un mundo y dejó claro que cuando el Barcelona salta al terreno de juego poniendo los cinco sentidos en el juego hay pocos rivales que puedan hacerle frente. Y eso ocurrió este sábado en Vitoria.

Tres días antes de regresar a la Champions con el partido de ida de los octavos de final en París, Luis Enrique volvió a agitar la alineación y confirmó que sus rotaciones se mantendrán en el plano. Dejó en Barelona a Piqué y Arda, reservó a Jordi Alba, Sergi Roberto e Iniesta y, por encima de todo, pareció exigir en el vestuario a los suyos que no se repitiera la imagen del Benito Villamarín, donde el empate (1-1) fue saludado con evidente malestar por el entrenador azulgrana.

Nada que ver, en Mendizorroza el Barça salió con todo y enseñando desde el primer instante que no iba a dejarse dominar por la presión alta de un Alavés que, también hay que admitirlo, pareció acusar la euforia que sigue rodeando al club tras su clasificación para la final de Copa.

Desde el principio se entendió el ganador. El campeón combinó con destreza y no se dejó agobiar por el rival, que rozó el milagro de adelantarse a los 24 minutos para entender, de inmediato, la imposibilidad de la misión que tenía. Y que se arrodilló en un abrir y cerrar de ojos.

Suárez, asistido por Aleix Vidal, logró a placer el 0-1 a los 37 minutos y tres después, asistido por la cabeza del uruguayo y también a placer, Neymar anotó el 0-2 que congeló el ánimo local.

APLASTAMIENTO Y LESION

Si el primer tiempo acabó con un claro 0-2, lo del segundo tiempo fue un aplastamiento en toda regla. Y por la vía rápida. En nueve minutos marcó cuatro goles un Barça en modo apisonadora por medio de Messi, que se estrenaba en este escenario, Alexis en propia puerta, Rakitic y nuevamente Suárez.

Superado en todos los aspectos, el Alavés no pudo ni presentar batalla, rendido a una evidencia absoluta y que demostró al equipo vitoriano que se enfrenta a una auténtica misión imposible en el mes de mayo, cuando dispute la final de Copa.

El Barça se dio un festín futbolístico, sin una brillantez absoluta pero mostrando una contundencia fuera de toda duda, en una excelente obra que devolvió toda la confianza y le colocó, aunque fuera de manera provisional, al frente de la Liga.

La nota discordante, la mala noticia, la protagonizó la lesión de Aleix Vidal, que debió abandonar el terreno de juego en camilla tras una dura entrada de Theo y cuya gravedad podría suponerle un problema al equipo azulgrana.

Más allá de eso, la tarde fue, por fin, redonda para un Barça que recuperó su mejor sabor.