Victoria del Real Madrid que lo separa del Barcelona

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MADRID (Paola Núñez, corresponsal) -- Real Madrid recompone el curso para dar un paso importante en la Liga con una victoria por 3-0 sobre la Real Sociedad, poniéndose a cuatro puntos de distancia del segundo clasificado, Barcelona, con un partido menos.

Al principio no funcionaron las súplicas de Sergio Ramos y Lucas Vázquez, que ante el temor del club al repudio de la grada a Danilo y Karim Benzema, hicieron un llamado a la afición para que acudiera al Bernabéu a "apoyar". Pero la grada ya había dictado sentencia tras la eliminación en la Copa del Rey a media semana y sonó la temida pitada a ambos jugadores desde que la megafonía del estadio anunció su presencia en el equipo titular. Contundente, aunque sin ser generalizada. Hubo amago de perdón para Danilo, pero no para Karim.

La intensa lluvia no ayudaba a su causa. El césped mojado les obligaba a jugar más rápido, algo que convenía más a la Real Sociedad, acostumbrados al clima lluvioso de San Sebastián.

Madrid intentaba jugar con orden y tener el control, pero ni lograban llegar al fondo, o retener el balón demasiado tiempo. La Real, en cambio, aprovechaba cada robo para colarse en el área de Keylor, que tuvo que bloquear un par de disparos de Oyarzabal y Juanmi para evitar un desastre. El cuadro merengue había iniciado el encuentro con la presión añadida de sacar provecho de los tropezones de Barcelona y Sevilla para ampliar su ventaja en la cima de la tabla y no podía darse el lujo de dejar puntos tirados.

Avanzaba el cronómetro y la impaciente grada empezó a reclamar. A Karim y hasta a Cristiano. Pasada la media hora de juego, el '7' tuvo el primer intento medio serio del cuadro local; un disparo desde la frontal muy forzado y que salió desviado. Para entonces, la grada ya le había pitado un par de veces ante una ocasión perdida y una entrega al estar más preocupado por acertar en la dichosa bicicleta que al marco. También le habían reprochado a Benzema, que si bien cumplió en la presión y recuperación, está lejos de su mejor nivel en ataque.

Pero antes de que el ambiente empeorara, se dejó de adornos excesivos y con un toque nada simple cambió el partido por completo. Cristiano Ronaldo le filtró un balón precioso a Mateo Kovacic, que se desmarcó perfectamente para batir a Rulli con un disparo cruzado poniendo el 1-0 en el marcador. La jugada había iniciado en los pies de Benzema, que tras recuperar un balón lo había dejado muerto para Cristiano, a centímetros de distancia.

El tanto tranquilizó por un momento a la afición, que ya había dejado en paz a Danilo pues al menos daba profundidad en su banda. Poco después pudo caer el 2-0 tras un larguísimo cambio de juego de Lucas Vázquez al que Cristiano no alcanzó a llegar a tiempo. Pero como ya lo habían perdonado, tímidamente le aplaudieron el esfuerzo.

Los de Eusebio, heridos en el orgullo al haber recibido un tanto en la primera llegada clara del rival, buscaban devolver el golpe a través de Juanmi y Oyarzabal, los hombres que más peligro llevaban al área merengue, pero Navas intervino a tiempo para evitar un naufragio. Pero sus esperanzas de sacar algo del Bernabéu terminaron por desvanecerse a cinco minutos de iniciada la segunda mitad. Lo permitió un error de Íñigo Martínez combinado con la astucia de Mateo Kovacic, que corrió hacia el balón interpretando disparo en lo que en realidad era un pase largo y certero a Cristiano, que aceleró para sacar a Rulli y marcar el 2-0 con una definición espectacular.

Eusebio mandó a Carlos Vela y Xabi Prieto para refrescar el ataque, pero ya era demasiado tarde. Madrid se había crecido y los suyos apenas podían contener la avalancha. Karim tuvo una oportunidad más antes de salir de cambio a 25 del final y también escuchó la última pitada de la noche ante el clamoroso fallo - aún ganando 2-0, con el liderato asegurado con cuatro puntos de ventaja, eso que Zidane llama "exigencia de la grada".

Su lugar fue ocupado por Morata, que salió con toda la rabia contenida a reclamar una oportunidad. Dio el aviso a los pocos minutos, al marcar un tanto que fue anulado por fuera de lugar. A menos de diez minutos del final, se salió con la suya en contragolpe que inicia Danilo abriendo juego para Lucas Vázquez, quien desde la izquierda centra para que Morata, que acompañaba por el centro, pusiera el 3-0 . La grada estalló en felicidad. Se dejó de reclamos excesivos al primer error y, por una vez, se dedicó a disfrutar. De los pases de Kroos, la elegancia de Isco o las carreras de Cristiano, que todavía tuvo para marcar otro (de nuevo anulado por clarísimo fuera de lugar). Y del paso de gigante que su equipo acababa de dar hacia el campeonato.