Sevilla sufrió un revolcón inesperado del Espanyol

BARCELONA (Jordi Blanco, corresponsal) -- Ganador De los cinco últimos partidos de Liga consecutivos y aspirante a convetirse en un pretendiente claro al campeonato de Liga, el Sevilla sufrió un revolcón en el peor momento posible. Derrotado sin paliativos por el Espanyol, el equipo de Sampaoli perdió la oportunidad de abrir brecha con el Barcelona y, más aún, de presionar al Real Madrid, al que no pudo quitarle, ni que fuera por unas horas, el liderato.

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El Espanyol dio un impulso a sus aspiraciones de ser algo más que una comparsa en la Liga y, sin pretenderlo, se convirtió en el segundo aliado del Real Madrid. Un domingo que podía tener hasta tres líderes distintos con el paso de las horas comenzó y acabó con los de Zidane al frente ya antes de jugar su partido porque si al Barça le derrumbó un mal arbitraje y su mal juego en el Villamarín, al Sevilla le vino a ocurrir algo similar en Cornellá.

El equipo de Sampaoli jugó todo el partido en inferioridad, por cuanto el árbitro, no contento con sancionar como penalti una caída de Piatti en el área hispalense castigó con una expulsión cuanto menos rigurosa a Nico Pareja. Sin darse ni cuenta, en el primer minuto, el Sevilla perdía y tenía un hombre menos en el campo.

Incómodo y contra el marcador, el equipo que aspiraba a colocarse en el primer lugar no ofreció esa imagen solvente, potente y ambiciosa de jornadas anteriores y aunque empató con un golazo de Jovetic, nunca dio la sensación de tener el duelo bajo control.

Al contrario, el Espanyol, vertical y peleón, dio la imagen de querer llevarse los puntos y casi que lo logró por KO técnico. Rozando el descanso el joven Marc Navarro anotó el 2-1 y la segunda mitad fue un ejercicio de querer y no poder del Sevilla, que prácticamente se rindió cuando Gerard Moreno, en el minuto 71, marcó el tecero de los periquitos.

Nueve partidos sin perder como local acumula este Espanyol que se dio una alegría en sus esperanzas de, intentar, colarse en la pelea por entrar en Europa. Y el resultado de este domingo lo demostró.

Como demostró, también, que el frenazo amenaza con pesar en el ánimo de un Sevilla que, como antes el Barcelona, fue incapaz de provocar que el Madrid comenzase su partido fuera del liderato.