Reyes y el Espanyol secan al Atlético

EFE

MADRID (Paola Núñez, corresponsal) -- Tres disparos a puerta en más de una decena de intentos y ambos desde fuera del área, fue toda la pólvora que tuvo el Atlético de Madrid que hiló su segundo partido de Liga en casa sin conocer la victoria tras empatar 0-0 con el Espanyol.

No hubo una de esas escapadas fulminantes por la banda de Yannick Carrasco que salvara el día. El belga apenas se notó; Gameiro, ni eso. Ni uno de los centros certeros de Koke tuvo el menor impacto en el juego. Griezmann y sus genialidades brillaron por su ausencia.

El Atlético sobrevivió por pura voluntad y corazón.

Griezmann estuvo bastante desconectado de sus compañeros, lo que sólo hace más notoria su sequía en el campeonato español. Dos meses se han cumplido ya desde que marcara su último gol en la Liga, en la victoria por 1-0 sobre el Deportivo La Coruña del pasado 2 de octubre.

Se trataba de su sexto tanto en la campaña, el que lo colocó, entonces, como líder goleador. Pero el francés ha perdido fuelle y se ha estancado. Hoy está a cuatro tantos de distancia del líder, Cristiano Ronaldo. Ante el Espanyol volvió a desaparecer.

La irregularidad del que todavía figura como único delantero inamovible en el cuadro rojiblanco ha coincidido con una difícil etapa del Atlético de Madrid, en que apenas han conquistado tres victorias en los últimos siete partidos. El cuadro colchonero aún da pelea hasta el final y pelea cada balón como si le fuera la vida en ello.

Pero algo empieza a fallar. Pases desacertados, balones regalados, resbalones. Detalles que están provocando que el que se había mantenido como uno de los equipos más consistentes en las últimas tres campañas, empiece a perder el halo de invencible en su casa.

El Espanyol, tan aguerrido o más, mantuvo a la defensa más ocupada de lo recomendable para tratarse del Vicente Calderón. Aunque ha vuelto Tiago para poner orden en el centro de la cancha, cada contragolpe de los periquitos acababa en un acercamiento peligroso. La ambición de los catalanes se tradujo en un partido dinámico, de ida y vuelta, pero ninguna de las dos escuadras atinó a probar a los arqueros en los primeros 40 minutos. Algún disparo apurado desde fuera del área y poco más.

No fue hasta los últimos minutos de la primera parte que llegó la primera oportunidad real de gol. Un potente disparo de Gerard Moreno que obligó a Jan Oblak a reaccionar.

Espanyol siguió buscando el hueco por dónde hacer daño mientras cerraba líneas para resguardar su portería, complicando aún más la labor de los rojiblancos. El Atlético se aferraba al balón, pero no lograba sacar nada de su domino. Y de nuevo fueron los periquitos los que pusieron algo de emoción al partido con otro par de intentos de Leo Baptistao.

El temor a perder por tercera ocasión en menos de un mes dio aliento al Atlético que se fue sobre la portería de Diego López en bloque, pero la desesperada, sin plan y sin tino. Y lo peor, a cuentagotas hasta que, ya con el tiempo encima, Griezmann y Correa decidieron probar suerte tan sólo para verse frustrados por el ex arquero merengue y el travesaño. Intensos hasta el final, por puro instinto de supervivencia.