Manchester City se desquita de un Barça 'horripilante'

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MANCHESTER (Jordi Blanco, corresponsal) -- De una victoria excepcional a una derrota horripilante. Así podría resumirse el partido del Barcelona en Manchester, donde fue remontado por el City después de empezar ganando, dominando y mandando, para acabar atropellado de mala manera.

Como la noche y el día, como si de dos partidos diferentes se tratase, el Barça gobernó el juego con autoridad durante los primeros 38 minutos y sufrió una agonía a partir de ahí. Imposible de razonar, a la que empató el City el equipo de Luis Enrique se convirtió en un manojo de nervios.

Y lo pagó con la derrota, para nada dramática pero sí preocupante. El equipo inglés acabó disparado la primera mitad, catapultada su ambición por el gol de Gundogan... Y atropelló al Barça en una segunda parte difícil de creer. Porque el campeón español ofreció una imagen tan desdibujada que hasta en la mitada incrédula del entrenador se contemplaba esa extrañeza.

Durante toda la primera mitad el Barcelona perdió cinco balones... Y en los primeros siete minutos de la reanudación ya había perdido cuatro. No fue extraño, a partir de eso, explicar el resultado. Una falta de Busquets, quien redondeó una noche para olvidar, le dio a De Bryune la ocasión de anotar el 2-1 con un lanzamiento en el que pudo hacer más Ter Stegen.

A los 51 minutos ya perdía un Barcelona desaparecido en combate, que pasó de exhibirse a ser abrumado por la presión de un Manchester City imperial en su ansiedad y que, sabiéndose al borde del precipicio, despertó su mejor imagen. Y que le pasó por encima.

Como suele ocurrir, el Barça perdonó en una primera parte que llegó a dominar la posesión por un 72 por ciento, combinando y disfrutando ante la pasividad o desespero del equipo de Guardiola, que veía impotente desde el banquillo el festival dirigido por Messi, quien anotó el 0-1 en un magnífico contragolpe, comenzado y acabado en primera persona tras combinar con Neymar.

Dominador histórico en los duelos frente al City, en el ambiente se empezaba a sospechar que un gol del Borussia dejaría al equipo inglés rozando el precipicio. Así ocurrió... pero un milagro le levantó de manera imprevista.

Fue ese error de Sergi Roberto que provocó el empate a los 39 minutos y le dio la vuelta absolutamente al partido.

A partir de ahí, la locura. El lanzamiento directo que se comió Ter Stegen dio paso a un duelo de ida y vuelta en el que se encontró mucho más feliz el City y perdido el Barça, incapaz de encontrar a Messi o combinar con Neymar.

Tal es así que no disparó a puerta, sin peligro, hasta cumplido el cuarto de hora de esa terrorífica segunda mitad, que se convirtió en dramática en cuanto a los 74 minutos Gundogan (previa mano de Agüero) anotó el 3-1 después de, sí... Otra pérdida de balón por parte del Barça.

Aturdido y descentrado, el Barça, que había tenido el 2-2 a un centímetro después de una contra que no supo sentenciar André Gomes, no levantó el ánimo de ninguna manera.

Ni la entrada de Arda primero o Rafinha después le pudo despertar y la dinámica que cambió a partir del empate condujo el choque a una pesadilla en azulgrana, que a su tercera visita al Manchester City experimentó el amargo sabor de la derrota.

No fue una tragedia en cuanto a su futuro en la Champions. En absoluto. Pero sí fue, es, un resultado, un partido, que debería obligar a Luis Enrique a estudiar algunas cosas.