Mónaco da la sorpresa y echa al City de la Champions

(Jordi Blanco, ESPN Digital) -- Explotó Mónaco. El Manchester City, presentado a principios de temporada como uno de los aspirantes a alcanzar la final de Cardiff, se despidió de la Champions por la puerta de atrás. Atropellado primero e incapaz, después, el grupo de Guardiola se despidió de Europa de mala manera.

El 3-1 reflejó la ilusión de unos y pobreza futbolística de los otros. Nunca ofreció el City la verdadera versión esperada. Y acabó completando lo que debe considerarse un fracaso en toda regla.

El equipo del Principado apareció en escena como un caballo desbocado que desnudó a un rival tan impreciso como superado en todos los frentes. Apenas se había visto una vez a Subasic, cuando Caballero ya había sacado un remate de gol a Mbappe, quien a los 8 minutos convirtió el asedio en el 1-0 rematando a bocajarro el centro raso de Bernardo Silva.

Descentrado y agobiado, el equipo de Guardiola era superado en todos los frentes por un rival que sin Falcao (lesionado en la cadera) convirtió el juego en un asalto, con una presión asfixiante que provocó que en toda la primera mitad el City no rematase ni una sola vez a puerta.

Y que a la media hora ya perdía la eliminatoria, con el 2-0 que anotó Fabinho, asistido por un Mendy, soberbio, que convirtió la banda izquierda del Mónaco en su particular autopista.

Sin Yaya Touré en el campo y Fernandinho actuando de mediocentro, el City no conseguía trenzar jugada alguna, no encontraba a Sané ni De Bruyne, convertía a Sterling en una isla desierta y a Agüero en invisible. El desempeño global del Mónaco era de tal consideración que ni la igualdad, falsa, en cuanto a la posesión le daba respiro al equipo inglés.

CAMBIO Y DESENLACE

El descanso fue la mejor de las noticias para los de Guardiola, eliminados pero vivos... Y que regresaron al césped en la segunda mitad con un ánimo absolutamente distinto.

Nunca se sabrá si el Mónaco dio un paso atrás por decisión propia, por cansancio, por tomarse un respiro o porque el Manchester City reapareció con la intensidad que no mostró antes, pero lo cierto es que en apenas cinco minutos ya se pudo ver un cambio de orden absoluto.

El equipo de Jardim cedió el dominio y de ello se aprovechó el City por medio de Sterling, De Bruyne, Silva y Sané, quien después de hasta tres ocasiones marcó el salvador 2-1 a los 71 minutos, tras el rechace de Subasic al disparo de Sterling.

En aquel momento, a la vista del juego, las opciones de que el Mónaco consiguiera resurgir se contemplaban muy escasas porque el control del City era absoluto. Y sin embargo, en su primera llegada con claridad Bakayoko clavó un puñal en la meta de Caballero.

A un centro de Lemar no respondió nadie más que Bakayoko, en un salto y remate imperial que superó al meta argentino y a los 77 minutos puso el 3-1, mortal de necesidad y que volvía a colocar al equipo monegasco en los cuartos de final.

El desespero del City se comprobó con el cambio desesperado ordenado por Guardiola, dando entrada al joven Iheanacho para ir con todo a por el salvador segundo gol, aunque ahora ya, en esa recta final, el Mónaco decidió defender lo más lejos posible de su área, para mantener en la medida de lo posible la tranquilidad. Lo que pudiera.

Lo intentó de todas las maneras, ya sin orden pero con toda la intensidad posible, el cuadro inglés. Impreciso y sin ninguna táctica a la que agarrarse, buscó de cualquier manera a sus delanteros, descolocados o desasistidos de manera dramática en una recta final alucinante.

Y no lo consiguió el equipo de Guardiola. En un alargue de tres minutos se defendió con todo el Mónaco para acabar completando su golpe maestro al echar de Europa a un Manchester City, que no hace tanto se presentaba entre los aspirantes a llegar a la final de Cardiff.