Barça venció a la Real Sociedad y al escenario maldito

BARCELONA (Jordi Blanco, ESPN Digital) --El Barcelona dio un paso de gigante hacia las semifinales de la Copa del Rey tras vencer en Anoeta, escenario maldito en la última década, a la Real Sociedad, que no puso sobreponerse al penalti, claro, que transformó Neymar a los 20 minutos de partido.

Un partido jugado bajo una temperatura gélida (rozándose los cero grados) pero que resultó el más caliente de los últimos que se recuerdan entre ambos equipos, con una Real especialmente intensa en su fútbol, muy presionante, y un Barça que tuvo que emplearse a fondo, aparcando a menudo la combinación para batirse en lo que resultó una batalla futbolística de primer nivel.

EFE

Ganó el Barça por el infortunio donostiarra, personalizado en Elustondo, en un recorte excelente de Neymar en el área que le llevó a cometer un penalti tan evidente como inocente. Y que transformó con su especial paradina el brasileño, lanzador por segunda vez bajo el permiso especial de Messi.

Leo, individualmente, soportó una noche especialmente dura, en que Yuri Berchiche le enseñó las uñas, y algo más, para intentar sacarle del juego, algo que no consiguió ni a pelotazos, ni agarrones ni patadas más o menos disimuladas... Pero que provocó que fuera el argentino, inaudito, el amonestado por una pérdida de tiempo en una primera parte cuya intensidad fue en aumento a lo largo de los minutos.

Sería por la fría temperatura o sería por el recuerdo de los últimos ocho partidos disputados por ambos equipos en Anoeta en que el Barça no había logrado el triunfo, pero lo cierto es que la segunda mitad aún fue más discutida, en cuanto a intensidad, que la primera.

A ello colaboró un arbitraje extraño, con errores de bulto ya fuera en una u otra dirección, y una dureza que pudo provocar alguna tarjeta más, que no se vio por haber motivado una roja que, seguramente, habría encendido los ánimos, personalizada en Messi, hasta el último minuto con las protestas generalizadas de la hinchada local.

Intentó, sin éxito ni demasiadas oportunidades, la Real Sociedad evitar, por lo menos, la derrota y se calmó el Barça en el juego, bajo la ordenanza de Luis Enrique, consciente de que con un partido de vuelta en el Camp Nou, la tranquilidad era tan necesaria como satisfactorio ese triunfo que, un día antes, aventuró el entrenador asturiano "cada día está más cerca".

Tan cerca que lo conquistó el Barcelona, un campeón que respondió al derrumbe del Real Madrid un día antes con una victoria de prestigio y que le acerca a las semifinales de Copa por séptima temporada consecutiva.