A Colombia se le escapó el triunfo ante España en el final

(Paola Núñez | ESPN Digital) -- España estuvo a punto de pagar cara la soberbia. Solo el hambre de los flamantes campeones de Europa sacó a los ibéricos del apuro para rescatar un empate 2-2 ante Colombia, en el encuentro disputado este miércoles en Murcia.

Colombia no está para dar lecciones, de futbol o de perseverancia, pero sí de amor propio. Si no en conjunto, con sus individualidades. Radamel Falcao y James Rodríguez, que volvieron a compartir cancha después de casi ocho meses para curarse las heridas de sus complicadas temporadas; el primero con un gol histórico y el segundo con caldito de pollo para el alma en forma de una sentida ovación del público del Nueva Condomina.

España se confió cuando se vio dominando el partido. Lopetegui economizó en el uso de titulares y envió a la cancha a un equipo casi experimental, aunque con una interesante combinación.

Illarramendi, en su debut como internacional, tuvo la enésima oportunidad de asumir los galones como mediocampista defensivo, Iago Aspas tuvo su gran oportunidad como '9' de España, y David Silva, a falta de Sergio Ramos, asumió el papel de líder. Pero Illarra no destacó -de hecho necesitó bastante ayuda en la recuperación-, Aspas apenas encontró espacios y oportunidades, y Silva, aunque está desempeñando un papel fundamental como goleador en la era Lopetegui, ni siquiera pudo terminar el partido pues pidió su cambio a la primera sensación de dolor tras un fuerte golpe.

Por momentos, España dio una buena imagen; presionaba a la salida del rival, provocando que Colombia se partiera y abandonara a su suerte al Tigre. Cuando Falcao pudo sacar su primer disparo, España ya llevaba más de cinco intentos frente a Ospina, que sufría lo indecible con una defensa endeble y algo nerviosa.

David Silva aprovechó esa especie de confusión colombiana para poner el 1-0 en una inmensa jugada de Pedro por la banda, con bastante ayuda de Ospina, que pudo hacer más para impedirlo.

Los cafeteros, lejos de reaccionar, intentaban remar a contracorriente con tanta torpeza, que se empezaba a vislumbrar una goleada española - o la inminente inferioridad numérica de Colombia, pues llegaban tarde casi a cualquier balón y provocaron que al medio tiempo hasta tres hombres de Lopetegui terminaran dejando su puesto por precaución. El problema es que los propios jugadores de España se tiraron a la hamaca al percibir el miedo del rival en lugar de sacar provecho de él. Bajaron el ritmo y en su arrogancia hasta cedieron el balón. Ahí tiraron el partido por la borda.

Al 40', ya había empatado Colombia a través de Cardona. Más concretamente, a raíz de un error infantil de Piqué, Reina y Azpilicueta, que ni se hablaron ni se entendieron y acabaron mirando al balón mientras Cardona los madrugaba.

Colombia para entonces ya empezaba a sentirse cómoda y sacaba esos espectaculares chispazos de calidad de Cuadrado, con múltiples disparos desde fuera del área, o James Rodríguez, que tuvo una  de 'mago' al recortar a tres en el área. Detalles probablemente inútiles, pues no tuvieron incidencia en la portería, pero que fueron agradecidos por la grada con sendas ovaciones.

Entonces llegó el zarpazo del Tigre. Un tiro de esquina en que aprovecha la pasividad de Azpilicueta para colarse en el área y poner el 1-2 de un cabezazo. Celebró por todo lo alto. El gol fue doblemente especial, pues se convertía en el máximo goleador histórico de su selección con 26 tantos y rompía una sequía de dos años y un día sin ver puerta con la camiseta cafetera.

España quedó aturdida. Pero en la cancha, para entonces, ya tenía a tres hombres que no ven el hambre saciada ni con el título de Champions. Nacho, Asensio y Morata, que sacaron la casta por el equipo entero hasta que el último, tras una combinación letal con Saúl y Koke, trajo la paz poniendo el 2-2 definitivo también con un gran remate con la cabeza.