Messi mantiene el embrujo del Barcelona en La Liga

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BARCELONA (Jordi Blanco, corresponsal) -- El Barcelona sumó los tres puntos más trabajados que se recuerdan en el Camp Nou para continuar su cabalgada liguera. Sorprendido por Guidetti y un Alavés enorme, al líder le ocupó 71 minutos igualar... Y dejar en manos de su crack, en un lanzamiento de falta soberbio, solventar la remontada. Venció el Barça por 2-1... Y se lanzó un mensaje claro en el campeonato.

El Barcelona ya es campeón de Liga y debe dedicarse a buscar el triplete. El Barcelona se proclamará oficialmente campeón de la Liga antes de acabar el invierno. El Barcelona... Demostró este domingo que es humano, le dio la razón a Valverde ("nada está ganado hasta que se gana") y desmontó esos análisis gratuitos. El Barça descontó una jornada más, sí, pero sufrió de manera evidente.

El Alavés, último equipo capaz de vencer un partido de Liga en el Camp Nou, se volvió a convertir en un enemigo antipático e incómodo, retratando a un Barça tan ocupado en su fútbol de ataque que se olvidó de defender como debía. Y al que salvó un enorme Ter Stegen, incapaz de rechazar el remate en semifallo de Guidetti pero que evitó dos goles claros en una primera mitad de susto.

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Valverde le dio galones en el once a Coutinho en su debut y, a la vez, apartó del once a Busquets, Jordi Alba y Sergi Roberto, dándoles una suerte de descanso ante lo que se avecina que visto lo visto fue una apuesta casi suicida. Rakitic en el medio centro y, con él, Paulinho, Coutinho, Iniesta, Messi y Luis Suárez. Un once entregado al ataque indisimulado.

¿El problema? Abelardo, que conoce bien al Barça, lo disfrutó como jugador y sufrió como entrenador, impuso un régimen espartano en su equipo, colocados todos los jugadores de manera innegociable, defensores con todo... Y rápidos como cosacos al contragolpe.

Así marcó Guidetti, aprovechando la mala excursión de Umtiti y Piqué y la peor cobertura de Digne. Y así empezó a sobrevolar por el Camp Nou la sensación fría de un susto, de una derrota que ni se planteaba al comenzar el partido.

Aún tuvo suerte el equipo de Valverde de contar con un genial Ter Stegen para llegar al descanso con el mínimo 0-1 antes de convertir la segunda mitad en un asedio continuado y ya sin disimulo. Entraron Alba y Sergi Roberto primero y se marchó un desdibujado Coutinho después... Y llegó el empate.

El milagroso remate de Luis Suárez, pasados los 70 minutos de partido, que devolvían la fe a la grada, ya entregada a la posible remontada y que completó, quien si no, Leo Messi con una excelsa falta directa a nueve minutos de llegarse al 90.

Dolorido en el ánimo, el Alavés buscó con desespero el gol de la igualada y protestó una mano de Umtiti en el área que no vio el árbitro... Y que dio paso a un final alucinante.

El Barça es humano... Pero tiene a Messi.