Humillación en el Bernabéu

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MADRID (Paola Núñez, Corresponsal) -- Barcelona se llevó el clásico ante el Real Madrid por 0-3 y tomó velocidad de crucero rumbo al título. El cuadro catalán se tomó su tiempo en encontrar la falla en el enramado de Zidane, pero una vez que lo hizo ya no hubo quién lo parara. Como no ha habido desde que empezó la temporada. 17 jornadas invicto y seis puntos de ventaja en la tabla sobre su perseguidor más cercano.

La victoria llegó con premio doble, pues se ha quitado del camino a un rival directo en la lucha por el título, quizás definitivamente.

Para el Madrid, una caída en picado hacia el abismo. 14 puntos de diferencia y el alma rota al no saber mantener el tipo.

* Messi hace la diferencia aún enjaulado.

La estrategia para frenar al argentino enviando a Mateo Kovacic y Sergio Ramos a meterlo en una jaula apenas alcanzó para mandar los primeros 45 minutos. Apenas inició la segunda parte, ese plan que creyeron a prueba de fuego les estalló en las manos. Zidane y sus hombres cayeron en el error de confundir a éste Barcelona con el equipo entumido y en plena fase de adaptación al que le sacaron la Supercopa de España hace seis meses.

Mientras pudieron evitar que Lionel Messi recibiera balones el Madrid estuvo seguro. Pero el argentino resultó demasiado para los merengues; cada que pudo tener el balón, creó una oportunidad de gol. Si prestarle el balón a Iniesta es grave, hacerlo con él es un problema mayúsculo. Y de tanto avocarse a encerrar a Messi, se olvidaron a Busquets y Rakitic, fundamentales en el contragolpe que acabó en el tanto con que Luis Suárez abrió el marcador.

La desventaja ahogó a los blancos y desbordó al mediocampista croata, que tuvo que soltar al argentino. Y en cuanto se vio liberado, hizo daño. Una jugada iniciada por él acabó en una carambola que provocó un penal por mano de Dani Carvajal. El '10' cumplió desde los once pasos. El tercero, ya en tiempo de compensación y casi por casualidad, lo firmó Aleix Vidal. El trabajo, como siempre, lo hizo el argentino, que puso el pase de gol.

* Los descuidos atrás aniquilan al Real Madrid

Keylor Navas tuvo tres salvadas a disparo de Paulinho en la primera mitad, pero en cuanto el equipo empezó a trastabillar, Navas perdió toda seguridad. Pudo hacer más para evitar que un intento de Luis Suárez desembocara la jugada que propició el penal. Equivocó la decisión en el mano a mano y en lugar de asegurar el balón, lo dejó muerto en el área y a partir de ahí se acabó el partido para el Real Madrid.

El tico no fue el peor del aparato defensivo del Real Madrid. De nueva cuenta sucumbieron a sus propios descuidos. Como dejar solo a Sergi Roberto para que sirviera un pase de gol a Luis Suárez. De nada sirvió el esmero de la media por crear y contener al talento blaugrana, pues todo lo echaron por la borda los de atrás

* La falta de puntería agravó la situación merengue.

Antes de que el Barcelona firmara la victoria, Madrid desperdició hasta ocho oportunidades de gol que pudieron haber cambiado el rumbo del partido. Cristiano Ronaldo vio un tanto anulado por fuera de juego y acabó abanicando el balón en su oportunidad más clara.

Benzema, que de nuevo salió repudiado por la grada, desperdició la más clara del partido al estrellar un cabezazo en el poste. Tal es la miseria en ataque merengue, que el francés ya lleva más tiros al poste (6) que goles (5). Y en un error tras otro, la Liga se les ha ido de las manos.