El Barça gana entre gritos

BARCELONA -- (Jordi Blanco | ESPN Digital) -- El Barcelona suma y sigue. En plena maratón de partidos despachó al colista Málaga con una discreta actuación, ganando por 2-0 un partido sin brillantez que comenzó con un gol ilegal y que no sentenció hasta la segunda mitad, en una combinación excelente entre Messi e Iniesta.

Un partido, otro, marcado tanto dentro como fuera del césped en una jornada especialmente difícil para el club, incapaz ya de quedarse al margen de una evidente tormenta política que se dejó notar en un ambiente crispado.

Quizá ello fuera lo que provocase una noche espesa y mucho más reivindicativa que futbolística. Y que el juego del equipo de Valverde, que sumó su octava victoria en nueve jornadas ligueras, no fuera especialmente atractivo.

Y eso que todo se le puso de cara, de sopetón, al líder gracias, eso sí, a un gol que nunca debió subir al marcador puesto que el remate de Deulofeu se produjo tras un centro de Digne cuando el balón había superado claramente la línea de fondo.

De pronto y sin merecerlo, el Málaga de Míchel se encontró ya por debajo en el marcador y con una tarea titánica por delante: levantar un resultado adverso frente a un Barcelona que tras el rapapolvo sufrido ante el Real Madrid en la Supercopa se ha mostrado inalcanzable para cualquier rival.

Lo intentó con su mejor voluntad el equipo andaluz, mostrando más fútbol a pesar de su condición de colista que varios rivales con los que se ha cruzado el Barça este curso y eso provocó que el 1-0 se mantuviera durante muchos minutos.

No fue hasta consumidos 12 minutos de la segunda mitad que el líder pudo dar lustre a su victoria, tras una buena intervención de Mascherano, quien regresó al once para dar descanso a Gerard Piqué, que continuó con una asistencia marca de la casa de Messi y un remate cruzado, con rebote incorporado, de Iniesta.

El primer gol del capitán desde noviembre de 2015, la noche que el Barça aplastó al Real Madrid en el Bernabéu por 0-4, sentenció la victoria del líder, más ocupado en reservar fuerzas con todos los encuentros en que debe lidiar hasta el siguiente parón que en ofrecer un trabajo de aliño.

No era la de este sábado una noche especialmente futbolera en el Camp Nou y todo ello se demostró desde muchas horas antes de que comenzase el partido. Y siguió durante el mismo, que el Barça sentenció de manera lógica pero sin darse ninguna alegría extra.