El Espanyol se catapulta con una goleada

BARCELONA (Jordi Blanco, corresponsal) -- El Espanyol rebosa felicidad. Tras ser sorprendido por el Leganes y aplastado por el Barcelona en el Camp Nou, el equipo periquito enlazó este domingo su tercera jornada sin perder, con dos victorias en tres partidos y certificando su crecimiento con una excelente goleada, 4-1, sobre el Deportivo de La Coruña.

Los de Pepe Mel, desarbolados en una gran primera mitad blanquiazul, plantaron cara como buenamente pudieron, mejorando en el segundo tiempo, acortando el 2-0 por medio Celso Borges... Pero cayendo en la depresión a partir del penalti que supuso el 3-1 y, entregados a su suerte, rindiéndose en una recta final que se solventó con el cuarto gol de Gerard Moreno.

El delantero catalán ha 'inventado' una sociedad sorprendente con Leo Baptistao que empuja a un Espanyol que agradece el liderazgo futbolístico que le ha supuesto la llegada de Sergi Darder desde Lyon y el paso adelante dado por Jurado en la construcción.

Una semana antes de visitar el Bernabéu, donde el Real Madrid no conoce la victoria este curso, el Espanyol de Quique Sánchez Flores ofrece las mejores sensaciones, ha dejado atrás el preocupante comienzo de temporada y se entrega a un juego vibrante y rápido, a todo ritmo y que obliga a los rivales a un imponer un carácter endiablado.

Este domingo lo intentó el Depor... Pero no lo pudo conseguir. Fue destrozado futbolísticamente en la primera parte, cerrada con un claro 2-0 gracias a la superioridad incluso insultante del Espanyol a través de todo el campo. Después rebajó la intensidad el conjunto periquito, lo aprovecharon los gallegos y durante cerca de media hora se sospechó la duda en Cornellá...

Hasta el penalti. Lo transformó Gerard en el minuto 72 y se acabó la discusión. De ahí al final bailó el Espanyol y sufrió el Deportivo. El equipo blanquiazul celebró la fiesta mayor de Barcelona con una goleada indiscutible y, manteniéndose al margen de la polémica independentista, o al menos intentándolo, se dio un festín para seguir creciendo. Y creyendo en el proyecto.