Messi sentencia y el Barça aplasta al Espanyol

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(Jordi Blanco/Barcelona) -- El Barcelona solventó sin apenas despeinarse el derbi. Goleó sin brillar más de lo necesario a un Espanyol que propuso mucho más de lo que en realidad ofreció y que se marchó del Camp Nou recibiendo su novena derrota consecutiva, derrumbado como de costumbre por Messi, líder y ejecutor indiscutible.

5-0 en un marcador que pudo considerarse demasiado castigo para el Espanyol, pero que mostró la diferencia en la pegada de unos y de otros. Una manita con dos goles en los últimos instantes de Piqué y Suárez, después de que Leo resolviera el duelo.

Messi por triplicado. Sin necesidad de exhibirse, como ya acostumbra, Leo volvió a ser la pieza fundamental de este nuevo/viejo Barça al que lleva por el camino correcto. En tres jornadas, el argentino suma ya cinco goles y, lo más importante, tres demostraciones que por encima de todo y de todos su figura en el Camp Nou es fundamental.

El Espanyol de Quique Sánchez Flores mantuvo el tipo durante 25 minutos y al 26 se empezó a despeñar. Un balón raso y vertical de Rakitic lo tomó Messi extrañamente desmarcado. Tan desmarcado como en fuera de juego para, aprovechando el favor arbitral y la lentitud de reacción periquita, machacar a Pau López con un remate envenenado e imparable.

A partir de ahí se entendió imposible para el Espanyol aspirar a acabar con la sangría de derrotas que le acompaña desde su último triunfo en 2009. Cómodo en el toque, colocado en el campo y calmado, el Barça no tuvo apenas de qué preocuparse, más allá de los intentos de estirarse de Baptistao y Gerard Moreno. Demasiado poco.

Y si durante un suspiro pareció perder el ritmo el equipo de Valverde, un despiste imperdonable de la zaga periquita al que se sumó un mal rebote pemitió a Jordi Alba lanzar un centro raso al que presentó Messi la punta del pie, como aquel que no quiere la cosa, como sin querer, como de casualidad... Lo justo para ganar la posición, sorprender a Pau López y lograr el 2-0. En el minuto 35 el derbi se daba por acabado.

A LA GOLEADA

Cerca del descanso, minuto 42, el Espanyol tuvo la oportunidad de reengancharse al partido con un balón que le cayó a Piatti, pero su disparo se estrelló en el palo y al comenzar la segunda mitad ya se entendió que los de Quique no tendrían la oportunidad de poner en peligro la victoria culé.

Tuvo otra ocasión Piatti pero la respuesta azulgrana, la respuesta de Messi, se tradujo en el 3-0, que llegó en el minuto 67 gracias a otra asistencia de Jordi Alba, mucho mejor en ataque que en defensa, donde llegó a regalar un remate envenenado que no aprovechó Gerard.

A partir de ahí, el Espanyol estaba derrumbado y Valverde sumó a Dembélé a la fiesta, en una presentación muy celebrada por la grada y que el francés cerró con una excelente asistencia para el 5-0 de Luis Suárez, poco después de que Piqué, de cabeza, hubiera logrado el cuarto.

El Espanyol debió querer, se supone, pero nunca, nunca, pudo presentar ningún tipo de credencial frente a un Barça que le arrasó al ritmo de Messi. Y al de otra goleada sin piedad.