Talleres y Vélez no se sacaron diferencias en Córdoba

Talleres estuvo más cerca de llevarse el triunfo ante Vélez Sarsfield, pero se encontró con un seguro arquero Alan Aguerre y el partido terminó 0-0, en el Mario Alberto Kempes.

Si bien el encuentro careció de lucidez, el equipo cordobés generó las principales chances de gol, aunque Aguerre fue inexpugnable y mantuvo el cero y el invicto del cuadro de Liniers.

Los dos equipos terminaron con diez hombres por las expulsiones de Braian Cufré, en Vélez, y de Pablo Guiñazú, en el local.

Talleres comenzó mejor en el partido, con la velocidad por afuera de Sebastián Palacios y la creación de Emanuel Reynoso, más la presencia en el medio de Pablo Guiñazú, quien hizo su reaparición como titular en el once del cuadro cordobés.

A los 4 minutos, el local estuvo a punto a de abrir el marcador, pero el arquero Alan Aguerre estuvo atento y cerró justo ante Palacios, tras una asistencia magistral de Reynoso.

Después, Vélez intentó manejar la pelota, lo consiguió por momentos, pero careció de profundidad y el encuentro se tornó trabado y sin chances de peligro frente a los arcos.

Volvió a llegar Talleres recién sobre los 37, otra vez por intermedio de Palacios, quien se lo perdió luego de capitalizar un rebote dentro del área, tras la ejecución de un córner desde la izquierda.

En el complemento, el local siguió un poco mejor que Vélez y a los 9, Aguerre tapó un cabezazo del uruguayo Junior Arias, tras centro de Palacios desde la derecha. Luego, sobre los 17, otra vez el portero velezano iba a ser decisivo al sacarle una definición de Palacios.

Por su parte, Vélez se refugió en su campo y apeló a alguna corrida de Matías Vargas o Maximiliano Romero, quien a los 29 tuvo su chance, pero el tiro cruzado fue tapado por Guido Herrera.

En la parte final del encuentro aparecieron las expulsiones. Primero, vio la roja directa Cufré, por una dura entrada ante un rival, y después recibió la segunda amarilla Guiñazú.

A cuatro del epílogo, el uruguayo Lucas Olaza sacó un buen zurdazo que despejó Aguerre, dejando en claro que el cero sería imposible de romper en el despejado mediodía del Kempes.