Pulido rescata un punto de Querétaro y a Chivas

QUERÉTARO (Iván Cañada) -- Chivas mantiene esa disputada encarnizada contra la falta de concentración. Ha sido una constante de este torneo. Un par de acciones valen para lamentarlo y deben luchar contra ello. En Querétaro sufrieron de nuevo por esos yerros que han costado puntos en el pasado y que los tienen sin victorias en los últimos cuatro partidos tras un empate a dos, lleno de emociones.

Sergio Mejí­a/Imago7

Para el Rebaño los partidos no inician propiamente desde el primer minuto. Deben pasar por varios momentos turbulentos para sacudirse y comenzar en verdad. Frente a Gallos, pasaron las ocasiones y hasta un gol de Edson Puch para reaccionar.

Javier López resurgió de pronto y cargó con el peso ofensivo de los suyos. Fue quien más rápido entendió que debían cambiar la imagen y la forma de jugar. Bajaba hasta el centro del campo para tomar el balón y de ahí partir en busca de un empate. Eludió a dos y hasta tres rivales, pero después no encontraba a sus aliados en ataque.

Gallos, con la ventaja en el marcador, también dejó de insistir. Prefirió esperar en campo propio y luego buscar el despliegue a velocidad con Candelo y Puch como ejes de ataque y Stum como poste. Estaba muy clara su intención y solo aguardaban a que el Rebaño se desesperara y quedara mal parado en defensa.

Las ideas no estaban muy claras para Chivas por más que tuvieran el balón. Gallos estaba tan seguro de su intención que lo regaló, pero no así las ocasiones. Por más que intentaban, los atacantes del cuadro tapatío simplemente no daban con la manera de ingresar al área rival o de vencer a Volpi con un disparo de larga distancia.

Llegó el momento de renovar ideas y apenas comenzado el segundo tiempo, Alan Pulido apareció para igualar el marcador. Fue un gol de vestidor. Partido nuevo. Fue lo mejor que le pudo pasar al Rebaño. Tranquilidad absoluto y momento de buscar la victoria.

Querétaro, sin embargo, no lo puso fácil. Entendió que debía volver a la carga y así fue. Matías Britos fue uno de los repulsivos y de los que más peleó para ello, aunque el gol de la ventaja, a unos minutos del final llegó por conducto de Miguel Martínez tras un tiro de esquina. Fue un balde de agua fría para unas Chivas que habían peleado, pero que les seguía sin alcanzar.

Fue ahí cuando apareció la figura de Pulido. El delantero del conjunto rojiblanco lo hizo de nuevo y fue el último en bajar los brazos por más complicado que pintaba el escenario. Tomó un balón, dio la media vuelta y disparó a ras de pasto para vencer a Volpi. Pareció un gol de campeonato cuando apenas fue un empate.

El festejo valió por cortar una racha de tres descalabros consecutivos, aunque igual se mantiene la de cuatro encuentros sin ganar. Chivas, al menos esta vez, respiró un poco gracias a Pulido.