Toluca por fin gana y Atlas agrava su crisis

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Atlas sigue sumergido en la Liga MX. No encuentra respuestas ni se acerca al túnel de salida a una racha que lo ha llevado a perder sus primeros tres partidos del Clausura 2018. Los rojinegros volvieron a caer (1-3), ahora ante el Toluca, en un juego en el que demostraron con claridad que el problema no era José Guadalupe Cruz.

El primer tiempo fue una pesadilla para los Zorros. Nunca encontró el orden y fue notablemente superado por un Toluca, que cargaba con la rabia de ser vencido ante el León hace apenas unos días. Mientras los Diablos jugaron con furia y mostraron entrega, el Atlas dio una nueva muestra del desorden que viven en la actualidad.

El juego pudo quedar condicionado desde los primeros minutos por una tarjeta roja que no vio Rodrigo Salinas, a pesar de haber puesto los tachones en la cabeza de Brayan Garnica. Fernando Guerrero pensó en que solamente valía para amonestación y los Diablos continuaron con lo suyo.

Los ataques fueron constantes y los arribos al área rojinegra aumentaron con el paso del tiempo, mientras crecía la incertidumbre de un equipo que tuvo cuatro cambios en su alineación con respecto al juego anterior y no funcionaba ni en defensa ni en ataque.

Después de varios intentos y de diversas acometidas, Toluca dio con las redes mediante Alexis Canelo. La defensa de los Zorros no encontró la manera de detener a los Diablos y estos aprovecharon las facilidades.

Solo cinco minutos después, Luis Quiñones, un hombre más criticado por su vida fuera de las canchas que por lo que hace sobre el césped, se atrevió a disparar de fuera del área y aumentó la ventaja. El colombiano, que busca una nueva oportunidad en el futbol mexicano, desequilibró y fue un artífice de la ofensiva de los suyos. Atlas estaba contra la pared.

Para el complemento, Gerardo Espinoza probó con algunas alternativas y el rostro del equipo fue considerablemente distinto, al grado que redujo distancias mediante Ravel Morrison al inicio del segundo tiempo.

Fue en ese momento que el Toluca entró a una etapa de nervios y de revoluciones al máximo. Poco a poco perdió la calma, mientras los Zorros se acercaron a su meta. Luis Quiñones se desentendió un poco del juego y hasta fingió faltas que le costaron una expulsión. De inmediato creció la esperanza de un equipo necesitado y presionado por la falta de puntos.

La trampa quedó hecha para que en cuanto se acercaran los rojinegros, los Diablos ya tuvieran un contragolpe como respuesta. Rubens Sambueza sentenció la batalla ya en los minutos finales, a pesar de los intentos constantes de un Atlas que sigue en fondo de la clasificación, en busca de las respuestas que lo lleven a sumar en este certamen.