España le da un baile al Subcampeón del Mundo

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ELCHE (Jordi Blanco, corresponsal) -- España vuela a reacción. Tres días después de acabar con la racha inglesa de 11 años sin perder en Wembley, aplastó a Croacia en Elche, derrotándola por 6-0 y mostrando el fútbol eléctrico que prometió Luis Enrique. En un abrir y cerrar de ojos La Roja se ventiló consecutivamente a la cuarta clasificada y a la subcampeona del Mundo, mandando un aviso a quien se le vaya a poner por delante. Esta selección tiene un sabor especial.

El equipo español se diría que tiene ya un pie en la final-four de la Liga de las Naciones. Dos victorias en dos partidos, uno fuera de casa, y una diferencia de goles insultante convierten a la Roja en la gran y única favorita de un grupo considerado envenenado de entrada y que ya está bajo su absoluto control. La re-evolución de Luis Enrique, aclamado por la grada del Martínez Valero, no pudo comenzar de mejor manera.

Croacia se marchó de Elche con el peor resultado de toda su historia. Nunca había encajado 6 goles y su mayor derrota se produjo el 9 de septiembre de 2009 en Wembley, cuando Inglaterra la derrumbó por 5-1 en un partido de clasificación para el Mundial de 2010 y que provocó la no presencia del equipo balcánico en el torneo de Sudáfrica. Esta vez fue aún peor... Aunque no sea todavía definitivo en su suerte en la Liga de Naciones.

Se bastó España con 15 minutos eléctricos para sacarse de encima la presión de Croacia y en 11 mágicos clavarle tres goles magníficos con los que solventar una victoria que desembocó en goleada. Sin dar tiempo a nada provocó que las retiradas de Piqué, Iniesta o Silva se convirtieran en noticia secundaria y al mando de un Saúl magnífico acompañó un juego colectivo extraordinario ante el que Croacia no tuvo ninguna capacidad de reacción.

Luis Enrique introdujo tres cambios en el once, entrando Gayá, Ceballos y Asensio por Marcos Alonso, Thiago i Aspas y quien pudiera sospechar que esa decisión iba a perjudicar al juego de la selección tardó solo 10 minutos en olvidarlo. Y apenas 5 más en empezar a maravillarse del ritmo endiablado y combinación perfecta de una España que convirtió al equipo de Zlatko Dalic en un juguete roto.

Esperando a Modric fueron Saúl, Isco y Asensio quienes tomaron el papel de cracks en el terreno de juego. Si en Wembley Isco pasó casi de puntillas, en Elche mostró todo su repertorio, convirtiéndose en una de las claves para explicar el soberbio rendimiento colectivo de una España en la que Asensio también destacó de manera excelente.

Acompañaron ambos a Saúl Ñíguez, quien abrió el marcador, tres días después de marcar en Wembley, y que se convirtió en el primer protagonista estelar del duelo. Si no tiene la magia eterna de Iniesta, el medio del Atlético de Madrid sí

posee una clase fantástica y un desempeño físico excepcional que le convierten en innegociable para la idea de Luis Enrique, a quien le han bastado doce días de trabajo para inculcar sus planes en una selección que le ha respondido aún mejor de lo que pudo sospechar.

ATROPELLO Y GOLEADA

Al descanso se llegó ya con 3-0 en el marcador, merced a un excelente remate de cabeza de Saúl, tras centro de Carvajal, y a un doblete casi separado por apenas dos minutos de Asensio, aunque el segundo de sus goles tuvo la desgraciada colaboración de Kalinic, en quien rebotó el balón tras estrellarse en el travesaño.

El partido daba la sensación de estar decidido totalmente, a la vista del desplome moral de una Croacia que no recordaba un atropello de ese calibre... Y que todavía no había sufrido lo peor.

Porque la segunda parte fue un auténtico vendaval de juego y goles. Fue cuando Asensio se puso el guante en la bota y asistió consecutivamente a Rodrigo (magicámente), Sergio Ramos e Isco para que a los 70 minutos el marcador reflejase un 6-0 inverosímil e impensable.

Subcampeona del Mundo en Rusia, donde solamente perdió la final frente a Francia, Croacia se esperaba una prueba aún de mayor calibre de la que fue Inglaterra en Wembley, pero si en Londres España mostró durante muchos minutos un carácter excepcional y una seguridad en sus ideas sorprendente, en Elche el equipo de Luis Enrique atropelló de mala manera al equipo balcánico, que encajó seis goles de diez remates a puerta y que llevándose la peor goleada de su historia aún pudo encajar un resultado más humillante si cabe.

España vuela. La nueva etapa de la Roja no pudo empezar mejor. Y el futuro se pinta del mejor color.