La U empató con Iquique y se quedó sin chances

Photosport

Universidad de Chile ha vivido un año complicado. Jugó mal durante mucho tiempo, sufrió goleadas de escándalo y la pasó mal con las polémicas generadas por las salidas de Ángel Guillermo Hoyos y Mauricio Pinilla. Sin embargo, una buena racha en los últimos partidos le permitió ponerse a dos puntos de Universidad Católica y soñar con el título. Este domingo, ese deseo se desvaneció en el calor del Nacional. El cuadro estudiantil no pasó de un empate 0-0 con Deportes Iquique y, a falta de una fecha para el final, se quedó sin ninguna opción de conquistar el torneo.

El cuadro de la Primera Región salió a jugar sin complejos. Los nortinos tomaron por el cuello a la U en la salida, obligando a los dirigidos por Frank Kudelka al pelotazo largo o la excesiva conducción de Rafael Vaz. Los receptores en el medio estaban petrificados. Francisco Silva y Yeferson Soteldo no podían hacer lío por los costados e Isaac Díaz parecía un barco a la deriva. Salvo una escapada de Jean Beasejour mal finiquitada, los azules no generaron peligro en la primera mitad. La visita, en cambio, sembró el pánico en el reducto ñuñoino con remates desde fuera del área de Edwin Pernía y un córner que Matías Rodríguez casi mete en su propio arco.

Con el ingreso del homenajeado David Pizarro, que se retirará a final de año, el conjunto laico empezó a manejar más la pelota, pero seguía siendo un equipo predecible, que padecía en extremo la insípida actuación de Soteldo. En esos primeros minutos de la segunda mitad, llegó la más clara hasta el momento. Arancibia conectó en el área chica un centro desde la izquierda y la zaga visitante cerró justo para evitar la apertura de la cuenta a los 55'.

Por empuje, y no por fútbol, la cancha se fue inclinando hacia el arco de Rodrigo Naranjo. Los centros sin trascendencia se sucedían uno tras otro. Pero un par de remates desviados de Gonzalo Espinosa y otro de Vaz eran todo lo que la U podía generar. A Nicolás Guerra y Leandro Benegas, que salieron desde la banca para intentar agitar a los suyos, no les quedaba una. La imagen del juvenil reclamando airadamente una clara falta en ataque resumía la frustración de una escuadra comprometida por el reloj. Los de Luis Musrri aguardaban agazapados, sabiendo que el punto los salvaba del infierno del descenso.

A tres minutos del final, Benegas tuvo la gloria en sus pies. Lamentablemente para él, quedó incómodo en el área chica y no pudo rematar una pelota suelta que terminó en las manos de Naranjo. No hubo milagro ni arrebato individual que rescatara a la escuadra azul. El empate y el triunfo de Universidad Católica la condenaron en la lucha por el título. El Romántico Viajero se sacudió demasiado tarde de su letargo.