Insípido triunfo del Madrid

Jesús Vallejo devolvió la ventaja al Real Madrid cuando estaba por finalizar el primer tiempo
Jesús Vallejo devolvió la ventaja al Real Madrid cuando estaba por finalizar el primer tiempo
Getty Images

MADRID (Paola Núñez, corresponsal) -- Los suplentes del Real Madrid aprovecharon el último tren para intentar convencer a Zidane. Mariano Díaz se destapó con un doblete y Vallejo se estrenó como goleador esta temporada para vencer al Villarreal por 3-2 en el penúltimo partido que se disputará en el Santiago Bernabéu antes de decir adiós a la campaña.

La suerte ya está echada para los jóvenes que saltaron a la cancha con la camiseta del Real Madrid; habrá quien lo hizo a sabiendas que no la vestirá más, pero para buena parte de ellos se trataba de una oportunidad para tomar en sus manos su propio destino.

Se notaba en la energía y empeño de Brahim por destacar o la solidez en defensa de Jesús Vallejo. Ambos quisieron dejar claro que tienen algo que aportar al equipo merengue, especialmente cuando parece que ya no da más de sí. O precisamente por eso. En la entrega de Fede Valverde, que peleaba cada balón como si con ello fuese a cambiar el curso de una Liga que ya tiene dueño.

También en la desesperación de Mariano por mostrarse digno portador del '7' que lleva a la espalda. Lo acompañó la suerte, y poco más, pues sus múltiples intentos solo dejaron claro lo lejos que aún está de sus antecesores.

Por lo demás, el Real Madrid fue un equipo que se sabe en las últimas y solo está esperando el fin. Que no transmite la mínima ilusión o seguridad, pero que sigue ganando casi por inercia cuando se siente cómodo en casa.

Villarreal, sintiéndose salvado, tampoco puso mayor empeño cuando se vio superado. Y así le fue.

Antes de que se cumplieran dos minutos, Mariano aprovechó una distracción de la defensa del Submarino Amarillo para poner el 1-0. El atacante dominicano se quitó un peso de encima. Llegó en verano con el cartel de relevo de garantías para Benzema que le confiriera una buena temporada en Francia y apenas había marcado un gol en Liga. La ventaja duró poco al Madrid. Diez minutos después, y a la primer pérdida de Casemiro, con la cabeza puesta ya en la Copa América, Gerard Morento puso el 1-1.

Por más que Brahim y Lucas Vázquez se desvivían por generar juego y evitar llevarse la pitada que Zidane le había ahorrado a Gareth Bale al dejarlo fuera, no hubo manera de hacer ver al equipo merengue ni remotamente peligroso cuando la esperanza del gol recaía completamente en Mariano. Las escasas oportunidades de las que gozó durante la campaña habían justificado, hasta cierto punto, su pobre contribución (dos goles en 21 partidos). Pero el delantero perdió esa protección en cuanto Benzema cayó lesionado y no supo reemplazarlo. Ni en juego, ni en goles y mucho menos en calidad técnica.

Villarreal no puso mucha resistencia y tuvo varias oportunidades que inexplicablemente desperdició - y ni siquiera con disparos desviados, porque no llegaba a acomodarse siquiera.

Tuvo que llegar otro error garrafal del Villarreal, una inexplicable entrega de Cazorla dentro del área en una jugada a balón parado, para que el cuarto central, Jesús Vallejo, pusiera el 2-1 con solo empujar el balón. Las gradas semivacías y al rayo del sol del Santiago Bernabéu, que registró su segunda peor entrada en la campaña (46,294), lo agradecieron.

Apenas inició la segunda mitad, Mariano se encontró con otro golpe de suerte, esta vez en forma de una llegada a velocidad de Dani Carvajal por la banda derecha y un centro preciso al corazón del área. Mariano solo tuvo que ganar en la carrera a su marca para sentenciar ante un Andrés Fernández ya batido.

Para cuando Vinicius Júnior hizo su aparición sustituyendo a Brahim con 15 minutos por jugarse, el equipo merengue ya había decidido que no había mucho más que hacer. Pero el brasileño, que llevaba dos meses sin jugar, tras lesionarse en aquella fatídica noche europea frente al Ajax, también quería dejar huella en la memoria de Zidane.

Su entrada animó algo un partido que empezaba a morir lentamente y sirvió, al menos, para mantener alerta a la defensa del Villarreal. Desafortunadamente para los blancos, no tuvo el mismo efecto en la suya. Sin Valverde no había quien pusiera orden en recuperación ni orden en la zaga y Courtois acabó llevándose el segundo en una contra de Jaume Costa. Y desatando la rechifla final contenida por los pocos asistentes.