Griezmann mantiene al Atlético en la pelea

MADRID (Paola Núñez | ESPN Digital) -- Antoine Griezmann devolvió a la vida al Atlético. Otra vez. El Atlético sufrió para sacar la victoria por 0-1 ante el Rayo Vallecano y mantener así su esperanza de volver a la pelea por la Liga.

Como pudo, y en una posición por demás incómoda, Morata dejó el balón para que el francés finalizara. El 'Principito' tampoco estaba en una posición idónea, pero estaba en el área y con eso bastaba. El golpeo fue hasta torpe, un tanto dubitativo. El balón rebotó y se desvió en un defensa, pero entró y es lo que al Atlético de importa.

Griezmann marcó el gol del triunfo en Vallecas
Griezmann marcó el gol del triunfo en Vallecas
EFE

Para el juego que había dado hasta ese momento, más que un premio era un regalo para asegurar tres puntos.

El cuadro rojiblanco había pasado 75 minutos caminando sobre el alambre. Un equipo gris, casi resignado a la mala fortuna, que muy de vez en cuando daba señas de desesperación.

Álvaro Morata y Antoine Griezmann no terminaban de conectar en ataque. Saúl tuvo una de esas raras tardes en que equivocaba las decisiones y los pases - incluso llegó a arriesgar a su equipo a una derrota que habría desatado un desastre. Más extraño aún fue el partido de Rodrigo Hernández, nervioso en el control y errático en la recuperación.

El Atlético estaba partido por la mitad y funcionaban, a veces, las bandas, pues hasta Santiago Arias parecía la sombra de sí mismo. Ocasiones tuvo pocas, y no por falta de facilidades, sino de conexión. Y cuando las encontraba, perdonaba Morata, o perdonaba Griezmann.

Iban y venían casi a rastras, lo que inevitablemente llevaba al Rayo a probar suerte. Los de Vallecas se jugaban todavía más al ver que el tiempo se acaba y siguen hundidos en el descenso y aprovechaban la mínima ocasión para acercarse.

Pero ahí estaba Jan Oblak parándolo todo. Dejando claro, de nuevo, que es en gran medida gracias a sus intervenciones que el Atlético no ha dado la Liga por perdida; aguantando hasta que la otra estrella decisiva tuviera a bien hacer valer su esfuerzo.

Tardó 75 minutos.

Diego Costa volvió a ver acción, recuperado tras una operación en un pie. El delantero acusó la más que razonable falta de ritmo después de perderse las últimas nueve jornadas de Liga.

Pero aún lento y un tanto pesado, tuvo más influencia en el juego del Atlético de Madrid en la media hora que estuvo en la cancha que Álvaro Morata, que ya sea por la desesperación de no poder conectarse, o la incomodidad, se fue diluyendo hasta casi desaparecer. Entonces se le cruzó la oportunidad de oro para demostrar que puede ser importante, aunque sea de rebote, dejándole en bandeja el 0-1 a Griezmann.

No borró del todo esa hora y cuarto de y juego lento y tortuoso. De desesperación, sobre todo en el banquillo de Diego Simeone. 75 minutos hasta que Griezmann, casi en un golpe de suerte, cumplió con su cuota para llegar a 12 goles en Liga en lo que va de la campaña y asegurar tres puntos cruciales.

Si sirvieron para volver a la pelea definitivamente, o para alargar la agonía solo el Atlético lo sabe.