'El Rey de Europa' debuta con el pie derecho

El mediocampista merengue abrió el marcador ante 'La Loba'.
El mediocampista merengue abrió el marcador ante 'La Loba'.
Getty Images

(Paola Núñez, Madrid) --

El 'Rey de Europa' brilló en su estreno. Real Madrid inició la defensa del título con el pie derecho al cosechar una victoria por 3-0 sobre la Roma en el encuentro disputado este miércoles en el Santiago Bernabéu.

Mientras más dudas genera en Liga, con mayor resplandor brilla en su competición favorita. Solo así se siente cómodo.

Europa da una motivación especial a los merengues; más cuando en las últimas 24 horas en el entorno sólo se escuchaban nombrar a aquellos que hace meses que se marcharon de casa. Y salieron a morder.

Buscar ese cuarto título consecutivo se les ha metido entre las cejas. Con esa ambición de marcar una época dorada y una buena dosis de orgullo, como si de mostrarse más que suficientes para competir sin Cristiano Ronaldo se tratase.

Fue salir al campo y echarse a los casi 70 mil asistentes al bolsillo. En especial aquellos designados (más que destinados), para un papel protagónico en la competición.

Brilló Isco, que con un golazo abrió el marcador en tiempo de compensación de la primera parte. Con mayor luz, si cabía, lo hizo Gareth Bale, que sentenció con el 2-0 después de pasarse una hora avisando sin que la Roma encontrara la manera de frenar sus galopadas.

Fue una de esas noches en que todo salió bien al Real Madrid.

A la defensa, inusualmente pulcra y atinada que permitió escasas oportunidades a la Roma y bloqueó efectivamente la mayoría de sus intentos en esas raras ocasiones  en que el ataque italiano logró colarse a su área.

También a la incansable media, que marcó el ritmo la mayor parte del partido, hasta que la Roma decidió apretar al contraataque en los últimos diez minutos.

También a Keylor Navas, quien justificó su sorpresiva titularidad con dos paradones al principio de la segunda mitad y cerró el partido en parte valiéndose de su enorme buena estrella, y en parte al puro reflejo, rechazando hasta con los pies.

Salió bien, sobre todo, al ataque.

Isco fue una de las pocas novedades en el once de Julen Lopetegui al lado de Keylor y Casemiro, que había descansado (medio tiempo) frente al Athletic, y aprovechó al máximo la oportunidad. Aunque se tomó su tiempo para hacer la diferencia.

Durante 45 minutos, Real Madrid fue un azote constante en la portería de Olsen. Pero después de más de una decena de oportunidades desperdiciadas por Bale y el propio malagueño - algunas absurdamente claras - decidió hacer efectivo el dominio merengue.

Cuando moría la primera parte, Isco consiguió la falta en la media luna del área romana y tuvo su 'premio' en la oportunidad de cobrar. Lo hizo 'a la Messi'. Literalmente. Un lanzamiento casi perfecto por encima de la barrera imposible de atajar para el arquero del cuadro italiano. Casi un homenaje al que, 24 horas antes, salió de las botas del argentino en el Camp Nou.

El tanto puso presión en la Roma, que volvió del descanso en busca del empate. La potencia, y esperanza, le duró los cinco minutos que tardó Gareth Bale en estrenarse como goleador en la presente edición de Champions League. En su enésima llegada a velocidad, Bale batió a Olsen con un disparo cruzado - algo que por otro lado fue gran apuesta del Madrid. Casi todas sus jugadas ofensivas consistieron en poner balones larguísimos desde cualquier sector y a esperar a que Bale hiciera el resto en una galopada.

Tan redondo salió el partido al Madrid, que brilló hasta Mariano. El nuevo 7 - o nueve, según se mire - que pocos minutos después de entrar a la cancha para debutar, por segunda ocasión, con el Real Madrid, puso el 3-0 definitivo con un derechazo en los últimos minutos, cuando nadie esperaba mucho más de los merengues.