Los Tuzos de Palermo alargan invicto en liga con triunfo ante Chivas

Imago7

PACHUCA (Graciela Reséndiz) -- Pachuca continúa invicto en Liga MX en la era del argentino Martín Palermo; la noche del sábado alargó a cinco sus partidos sin perder en el Clausura 2019 al imponerse a Chivas por 3-1 y con 14 puntos se confirma en zona de calificación.

El chiverío, en cambio, pierde un buen paso, después de vencer y convencer en el clásico tapatío ante Atlas. Solo una vez pudo alcanzar el marcador y de esta forma cortó una racha de tres partidos sin conocer la derrota y se queda con 14 unidades.

Gran partido en el primer tiempo, con mucho despliegue físico, de ida y vuelta y con una afición emocionada por la visita de Chivas. Mucha gente vino de la Ciudad de México a apoyar a los rojiblancos. El Estadio Hidalgo lució lleno, con más colores rojiblancas en las gradas. Desde que se escuchó el himno nacional mexicano, como festejo adelantado por el Día de la Bandera del domingo, el ambiente se tornó alegre, al margen del encono de los seguidores tapatíos hacia el técnico de los Tuzos que no olvidan 2005, cuando en Copa Libertadores Martín Palermo jugaba en Boca Juniors y agredió a ‘Bofo’ Bautista en uno de los dos picosos duelos que tuvieron ambos conjuntos.

Pachuca con un 4-4-2 salió a comerse el balón y fueron peligrosos los tres primeros arribos en apenas 10 minutos. Al minuto 3, tras un tiro de esquina favorable al equipo local, el capitán rojiblanco Jaír Pereira quiso despejar y mandó un cabezazo al larguero. Por un error pudo haberse abierto el marcador muy temprano. Luego el mismo Pereira tuvo el gol con otro testarazo tras otro tiro de esquina que cruzó demasiado. Pero Pachuca fue más frío y certero, cuando al 14 marcó el primer gol del partido, tras jugada de Edwin Cardona; Ismael Sosa terminó cruzando el balón y anotar el 1-0.

Dinámico e intenso era el juego y a mil por hora de velocidad. Y en ese ir y venir del balón, Alan Pulido remató a portería y en contrarremate Isaac ‘Conejo’ Brizuela hizo el tanto del empate. El 1-1 era merecido; los contendientes se batían en el campo por sus colores. El ritmo del encuentro se mantenía alto, aunque por lo mismo se perdía precisión en los servicios.

Festejo de Isaac Brizuela en Pachuca.
Festejo de Isaac Brizuela en Pachuca.
Imago7

 

Al 25’, Franco Jara remata a primer poste y con un pie aleja el peligro el portero Raul Gudiño. Con el empate los equipos se fueron al descanso.

ERROR Y GOL DE VESTIDOR

La parte complementaria inició igual de intensa, aunque con lapsos más tranquilos, más pensados, sobre todo después que Pachuca hizo un gol de vestidor apenas al 48’. Gudiño falló en un momento crucial, ya que tras un disparo del conjunto local equivocadamente rechazó al frente, donde Víctor Guzmán estuvo listo para empujar y anotar el 2-1.

Imago7

Chivas era el necesitado, el que debía apostar por alcanzar de nuevo, ya que los locales no le facilitaban las cosas y cuando tenían el balón de inmediato le presionaban hasta dos sobre uno. Los seguidores de Chivas alentaban a su equipo y después de mucho tiempo se volvió a escuchar el ‘¡eeeeeeh, pu...!’ en la Liga MX cada vez que despejaba Alfonso Blanco.

Ya con Rolando Cisneros en el campo, el equipo de José Cardozo se volcó a la meta local, pero había precipitación en sus arribos. La dupla Alexis Vega-Pulido no hacía clic. Pero el chiverío estaba encima. En una jugada de pizarrón tras un tiro directo, cerca estuvo Dieter Villalpando de empatar cerca del 70. Pero los contragolpes locales eran peligrosos; en uno de esos Víctor Dávila llegó hasta las narices de Gudiño y antes de disparar el guardameta atrapó la pelota.

Aunque Chivas tuvo más tiempo el esférico e hizo el gasto, los Tuzos estaban más concentrados y en una descolgada ‘Dedos’ López mandó un centro y Leo Ulloa, quien había entrado de cambio, se lanzó de palomita para poner el 3-1 79’.

Pachuca fue mejor, sobretodo porque nunca se perdió en el juego, sin importarle que el mayor apoyo en las gradas fuera para el equipo visitante. La afición no puede quejarse porque vio un partidazo, con mucho pundonor, entrega y respeto a la camiseta por parte de los jugadores. Muchos partidos de estos.